El Cultural

Objetivo: estrenar

Tres autores presentes en la cartelera nos dan algunas claves de cómo llevar los textos al escenario

15 mayo, 2009 02:00

De Izda a dcha. Secun de la Rosa, Luis Araujo, y Luis García-Araús

El autor de teatro, salvo contadas excepciones, sigue condenado a las alternativas o a las salas pequeñas de los teatros públicos. ¿Qué hay que hacer para llegar a los grandes escenarios? De todo ello hablan tres autores presentes hoy en la cartelera madrileña: Luis Araujo (Mercado libre), Luis García-Araús (Siempre fiesta) y Secun de la Rosa (La parte del sol).

Lo milagroso de los autores de teatro que escriben en castellano es que, a pesar de las dificultades para ver sus obras representadas, no cunde el desánimo entre ellos, convencidos de que "lo importante es estrenar como sea" y de que "en estos momentos hay autores estupendos, capaces de competir con cualquier buen texto extranjero". Es una opinión que comparten los tres dramaturgos que ha reunido El Cultural: Luis Araujo, Luis García-Araus y Secundino de la Rosa. Los tres acaban de estrenar, aunque en escenarios de naturaleza distinta: un teatro privado, una sala alternativa y otra pública. Representan, además, tres estilos y modos diferentes de plantearse la escritura. Por un lado, Secun de la Rosa (Barcelona, 1969), rostro popular gracias a sus intervenciones en un programa de humor de la Cuatro, escribe, dirige y actúa para su compañía Radio Rara. Con ella, viene a producir un espectáculo al año y ahora acaba de estrenar en el Arenal de Madrid La parte del sol. Secun y Radio Rara se lo guisan y se lo comen: "Yo monto las obras sin dinero, con actores que colaboran conmigo. Nunca he pedido subvenciones ni ayudas porque no sé hacerlo, pero siempre ha aparecido una productora o distribuidora en nuestras vidas". De la Rosa comenzó mostrando sus espectáculos en una sala alternativa, La Mirador, y se ha seguido moviendo en este circuito. Una sala privada que ha apostado por el teatro de pequeño formato y de autor, el Arenal, acoge el que considera su espectáculo más personal: "Creo que La parte del sol es el texto donde más valor le he dado a cada palabra, a cada personaje, a su expresión". Secun tiene también palabras para los jóvenes autores: "Les aconsejo que no sueñen con el dinero de un premio o subvención, sino que deseen a muerte ver sus textos convertidos en teatro vivo, que lo entregue a actores, a directores".


Autor de sala alternativa. Luis García-Araús (Madrid, 1970) ha estrenado esta temporada por partida doble. Y lo ha hecho en una sala alternativa como la Cuarta Pared, donde se representa hasta el mes de junio Siempre Fiesta, escrita con Susana Sánchez y Javier García Yagöe. Se trata de la última entrega de la trilogía, -integrada por Café (en torno al prohibicionismo) y Rebeldías Posibles (sobre la resignación)-, dedicada a temas sociales. García-Araús valora enormemente haber participado en este proyecto a petición del director, García Yagöe: "La Cuarta Pared es una gozada para los autores. Sabes que escribes un texto para una compañía de actores que está a tu disposición. No hay nada como esta sala en Madrid. Además, desde el punto de vista comercial, es la que mejor funciona, tiene un público fiel, aunque su aforo es limitado", explica. De los llamados comerciales es el teatro Amaya donde también ha estrenado otra divertida comedia de estilo jardielesco, De cerca nadie es normal, en colaboración con Aitana Galán y a petición de una productora privada. A las cuatro semanas, la obra fue retirada.

Por último, Luis Araujo (Madrid, 1956) inicia una gira por España después de estrenar en la sala pequeña del teatro Español. Es la primera vez que se le representa en un teatro público y lo ha hecho de una manera azarosa: "Presenté Mercado Libre al premio Lope de Vega, que no me dieron. Pero Mario Gas, director del Español, como miembro del jurado la había leído y quiso producirla".

Hacía tres años que Araujo, con una docena de obras escritas, no estrenaba. "Llevo treinta años dedicado a esto y me he acostumbrado a vivir modesta y tranquilamente", dice, al tiempo que saborea el pequeño éxito de Mercado Libre, en la que hace una severa crítica contra el liberalismo a través de la relación entre una prostituta y su cliente. Araujo trabaja ahora en otra obra y lo hace, como siempre, por iniciativa personal y con la esperanza de interesar a algún productor, director, actor. "No espero a que me llamen, escribo. He acudido a todos los despachos de los productores de Madrid y han sido encantadoramente amables, pero nunca me han producido nada. Mis obras se han representado gracias a quienes menos lo esperaba".


Sin centros de producción. La falta de centros de producción escénicos en Madrid es otro obstáculo: "Tengo la sensación, después de haber estrenado una obra, de que siempre debo empezar de cero, como si no llevara camino recorrido. El problema que tenemos en Madrid es que como autor no veo la posibilidad de llevar a cabo un trabajo continuado, desde luego no en los teatros públicos", dice García-Araús.

Al hablar del papel que juegan los teatros e instituciones, cunde también el escepticismo por las cosas que se podrían hacer y no se hacen: "Hay una gran falta de transparencia sobre cuáles deben ser los objetivos de los teatros públicos y del dinero que en ellos se invierte. Desconozco por qué se produce una obra y no otra. Sin transparencia se potencia el amiguismo", añade García-Araús, mientras Araujo defiende "la existencia de un espacio dedicado a representar solo obras contemporáneas".

Por otro lado, no hay ningún programa público serio de apoyo a la dramaturgia nacional, ni desde los teatros ni desde las instituciones. El Centro Dramático Nacional (CDN) hace puntualmente producciones, pero salvo con Juan Mayorga, no mantiene una relación continuada con los autores. Algunas autonomías con lengua propia sí han puesto en marcha proyectos como el T-6 del Teatre Nacional de Cataluña (TNC), que acoge a seis autores en residencia por varios años, y que va a crear una compañía de actores de teatro contemporáneo en catalán. Medida acorde con el objetivo del TNC: promocionar el teatro en catalán.

Como dice Luis García-Araus: "Si todos reconocemos lo bien que se está haciendo en Cataluña ¿por qué entonces no trasladamos ese proyecto a nivel nacional?" ¡ Oh Política, Política..!