Image: Paco Ignacio Taibo II

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El Cultural

Paco Ignacio Taibo II

"Hay que evitar que los bestsellers devoren todo el oxígeno"

10 julio, 2009 02:00

Paco Ignacio Taibo II. Por Gusi Bejer

Nombre: Paco Ignacio Taibo II . Edad: 60 años. Origen: Mexicano nacido en Gijón. Cargos: "Un raro con un océano entre los pies". Escritor. Fundó (en 1987) y dirige la Semana Negra de Gijón, que hoy arranca en Chamartín. Agravantes: acaba de recuperar De paso (Bruguera), la historia de un revolucionario trasterrado como él.

Pregunta: Hoy arranca el Tren Negro hacia Gijón, ¿dónde empieza la literatura y acaba la fiesta?
Respuesta: En ningún lugar, caminan juntas.

P: ¿Algún crimen por resolver en estos años?
R: Más de uno, pero sobre todo hubo grandes creadores que iban a participar y que murieron antes.

P: ¿Algún asesino en potencia entre sus autores?
R: No. Como dice Andreu Martín, los que escriben no necesitan matar.

P: ¿Qué espera de esta XXII edición?
R: Que siga siendo una gran fiesta popular de la literatura. También que plantee temas que refresquen el panorama.

P: ¿En qué sentido?
R: En el de evitar que los best sellers sigan devorando todo el oxígeno literario. Queremos, un año más, dar aire a estupendas novelas que están pasando desapercibidas para casi todos.

P: ¿Son los "nuevos proyectos, viejas intenciones" de esta edición?
R: Claro. También queremos demostrar que, tras la literatura fantástica hay literatura seria; descubrir una nueva línea de novela histórica, más narrativa, y estudiar cómo la novela negra se mueve hacia la histórica.

P: ¿Tienen algo que ver novela negra y política?
R: Desde luego. La novela negra es una de las maneras más eficaces de contar la sociedad y la política. Además, cada día son más evidentes las conexiones entre las alturas políticas y los bajos fondos, lo que permite que el narrador explique cómo son y se relacionan.

P: Si tuviese que elegir a la víctima de un crimen político perfecto, ¿quién sería?
R: Hombre, si anuncio a la víctima ya no sería perfecto.

P: ¿Y si fuese el muerto un editor?
R: No, jamás. Los editores son nuestros aliados, nuestros compañeros.

P: ¿Cuáles son las claves del éxito de la novela negra que llega del frío?
R: No es un fenómeno nuevo, sino una moda pasajera más en casi todos los casos. Por desgracia, la industria editorial española tiene el vicio de las modas.

P: ¿Le gusta Larsson?
R: No lo he leído; desde hace cuatro meses sólo leo a los que participan en la Semana Negra.

P: ¿Y Mankell?
R: Me gusta mucho.

P: ¿Quién es el autor español del género que más le interesa?
R: Je, je, ésa es una pregunta maligna a la que no puedo contestar como director de la Semana Negra.

P: ¿Se siente el más mexicano de los narradores españoles, o el más español de los mexicanos?
R: Creo que soy un raro muy raro. Un mexicano con mucha nostalgia de Gijón, y un océano entre los pies.

P: Acaba de recuperar un viejo título suyo, De paso, ¿exigencias del mercado, o necesidad vital?
R: Existió una edición hace años, marginal y ya descatalogada. Es una recuperación que me hace mucha ilusión.

P: ¿Cómo descubrió a Sebastián San Vicente, protagonista del libro?
R: En los sótanos del Archivo Nacional en Washington, donde estaba haciendo una investigación para mi libro Bolcheviques. En la cola de microfilmes había tres notas sobre Santiago San Vicente y su presunto intento de atentado contra el presidente Wilson... y me atrapó, me provocó una fascinación absoluta.

P: ¿Existen hoy revolucionarios como él?
R: Ya no, ya no hay personajes de hierro, pero la historia siempre está columpiándose de un extremo a otro.

P: ¿Cuál es la revolución más necesaria hoy?
R: ¡Hay tantas! Las sociedades exigen transformaciones profundas, no violentas, pero realmente revolucionarias.

P: Hablando de revoluciones: ¿qué está ocurriendo en Honduras?
R: Algo peligrosísimo, porque es un golpe involucionista que puede ser un llamado a otros países de la zona. Tenemos que cortar de raíz con la tentación de los ejércitos de imponerse a la voluntad de sus pueblos.

P: Volviendo al libro, ¿sabe ya qué demonios es una novela?
R: Me hago esa pregunta todos los días, es lo que me permite seguir escribiendo.

P: ¿Qué tal se vive, como escritor, limosneando sueños?
R: Uno roba, roba siempre. Voy en el metro de París y me robo una sonrisa; paseo por la playa de Gijón y limosneo la puesta de sol. Siempre limosneo gestos, situaciones, soledades...
P: ¿Sigue pensando que "Una sociedad aburrida está condenada a la derrota"?
P: Desde luego, ahora es más cierto que nunca.