Image: José Carlos Plaza

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El Cultural

José Carlos Plaza

"Esta Bodas de sangre no es una modernez"

6 noviembre, 2009 00:00

José Carlos Plaza. Por Gusi Bejer

No se veía una gran producción de Bodas de sangre desde 1985. José Carlos Plaza la estrena el día 12 en el María Guerrero de Madrid con actores andaluces. Más cerca de una partitura musical que de un texto dramático, el director ha contado con la voz de Ana Belén.

Pregunta: Bodas de sangre ha sido una pieza muy estudiada, pero poco representada. ¿Es muy compleja?
Respuesta: La obra tiene su dificultad, pues se mezclan elementos naturales con otros sobrenaturales. Lorca tenía ese punto surrealista, pero yo creo que, en realidad, hacemos muy poco nuestro teatro, somos poco aficionados a buscar en nuestras raíces.
P: Se hace La casa de Bernarda Alba y ésta no. Bueno... está el ballet que hizo Gades de Bodas de sangre y la película de Saura.

R: Sí, la de Gades creo que es la mejor coreografía que hizo. Precisamente, Cristina Hoyos, que bailó en él, ha colaborado en las coreografías de esta producción. Hay que tener en cuenta que esta obra es la única tragedia de Lorca.

P: ¿Y eso qué quiere decir exactamente?
R: Pues que está hecha como una tragedia clásica, donde los personajes son conciencias colectivas, envueltas por el destino, conciencias que están en manos de lo que los dioses dispongan. Lo que ocurre es que ya no hay tragedias contemporáneas, somos un mundo de cabezones y olvidamos que hay fuerzas superiores que no podemos controlar.
P: ¿Lorca fue el último autor español de tragedias? ¿Y Buero?
R: Buero no hacía tragedias, lo suyo eran dramas profundos. Sus personajes no son juguetes de los dioses.

P: Me pregunto cómo ha resuelto escénicamente la simbología de la obra...
R: Yo siempre me agarro a la mano del autor. Así que los coros van cantados y los bailes, bailados. Intento ser fiel a cada palabra y creo que nos ha quedado un espectáculo fuera de moda, he intentado ir a una época antigua, arcaica, mítica. No es una “modernez“. Vamos a las raíces, no hacemos una falsa y muchas veces innecesaria actualización.

P: Por ejemplo, la presencia de Leonardo con su caballo es avasalladora en el primero y segundo acto. ¿Cómo lo representa?
R: Nuestro espectáculo no es nada realista. Hemos intentado eliminar todos los elementos que puedan perturbar la limpieza del texto lorquiano . Solo hay actores, pero ¡qué actores!

P: Me han dicho que ha preservado el acento andaluz del elenco.
R: Pues sí, les dije que debían conservar la riqueza y variaciones musicales del habla andaluza.

P: Ana Belén ha colaborado con una canción, La Luna, que supongo canta en la fantasía poética del tercer acto.
R: Sí, esa parte es un romance excepcional y yo necesitaba no una presencia física para recitarlo, porque lo minimizaría, sino una actriz que tuviera capacidad para expresarse a través de la palabra. Las cantantes de ópera, y también de flamenco, tienen la dificultad de que no se les entiende lo que dicen. Pero Ana Belén es una actriz que canta maravillosamente y aceptó colaborar como favor de amistad y de cariño.

P: Esta obra es más una partitura lírica que un texto ¿cómo ha resuelto Mariano Marín este apartado?
R: Mariano ha creado una partitura que me gusta mucho, con una base flamenca, -hay verdiales, soleás, bulerías-, pero también ritmos ancestrales que evocan músicas de Marruecos y la India.

P: Algunos críticos sostienen que Valle fue el maestro de Lorca.
R: No veo esa relación maestro-alumno. Lorca es, básicamente, alumno del teatro clásico y en esta obra hay una influencia clara de El caballero de Olmedo y de Peribañez. Valle y Lorca representan los dos grandísimos troncos del teatro español, pero son dos troncos paralelos. Valle juega con la muerte y Lorca es un grito hacia la luz. Pero nos los quitaron.

P: ¿Qué quiere decir con que nos los quitaron?
R: Pues que los mataron.

P: Bueno, Valle se murió en su casa.
R: Me refiero a que sus obras nunca se ponían y para mí eso es matar a un autor, igual o peor que un crimen físico.

P: ¿No le parece que exagera?
R: No permitir que un artista siga adelante con su obra es matarlo. Ahora hay mucho paro, y es duro, pero la gente se compra una pantalla de plasma antes que otra cosa. Soy de los que creen que la bendita cultura ayudaría a crear puestos de trabajo, mejores, más satisfactorios y haría que la sociedad avanzara hacia el progreso y no hacia la estupidez.