Fernando Argenta
"Trato de humanizar, con sus pequeñas miserias, a los genios de la música"
26 mayo, 2010 02:00Fernando Argenta. Foto: Thomas Canet
Esta tarde presenta en Madrid 'Los clásicos también pecan', su último libro
Gran expectación en torno a Los clásicos también pecan, último libro de Fernando Argenta que se presenta esta tarde en el Corte Inglés de Serrano de Madrid. No sólo porque su autor sea uno de los divulgadores del género con más predicamento de nuestro país, también por la letra pequeña que acompaña a la invitación, y que reza así: "Contaremos con la inestimable presencia de Bach, Mozart y Beethoven, que conversarán con el autor sobre sus pecados más íntimos". Casi todos veniales, según su autor, aunque no por ello menos humanizantes.
PREGUNTA.- ¿Hace falta que le pregunte por qué su libro no es sólo un anecdotario?
RESPUESTA.- Viene bien, desde luego, porque muchos podrían pensar que se trata de un compendio de chismorreos. Los clásicos también pecan tiene 500 páginas y hablo de trece genios de la música: Vivaldi, Bach, Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Liszt, Wagner, Verdi, Brahms, Tchaikovsky, Puccini y Débussy. No he tratado de ajustar cuentas con ningún tipo de pasado, ni de juzgar a nadie, sino de acercar a través de las anécdotas, pero también mediante cartas y datos de la época, cada personaje a nuestros días. De humanizar a los grandes genios de la música. Porque de cerca, con sus defectos y pequeñas miserias, se entienden mucho mejor.
P.- ¿Cuántos se han quedado en el tintero?
R.- Muchos, muchísimos. Tenga en cuenta que 500 páginas dan para muy poco. No está bien que yo lo diga, y menos antes de presentar oficialmente el libro, este libro tiene vocación de saga a lo Stieg Larsson. Aún queda Händel, Mendelssohn, Rossini, ese Rossini...
P.- Dicen que terminó convertido en un viejo verde...
R.- Es que vivió mucho y fue un vago egregio en sus últimos años. Ya sabe, un 'dolce far niente' que dejó de componer óperas a los 37 años para hacerse un gran gourmet. Vivir y comer bien. Ahora, que viejos verdes somos todos. Sólo que unos lo disimulamos mejor que otros...
P.- Y, dígame, ¿quién fue el genio con más genio?
R.- Beethoven. Era un hombre de calentones. Pasaba de la risa al cabreo sin solución de continuidad...
P.- De haber vivido en nuestros días, ¿cuál de sus 12 más 1 habría pasado por la Noria?
R.- Seguramente más de uno. Pero ya en la época de Verdi hubo periodistas en salsa rosa. Verdi fue sometido a la indagación de la prensa por su relación con una cantante. Tenía nada menos que 80 años. Y los periodistas relataban la noche de hotel como si hubieran presenciado tal cosa. Imagínese el morbo.