Image: Gabriel Erkoreka

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El Cultural

Gabriel Erkoreka

"Mi música se interpreta bastante en España, aunque no tanto como fuera"

7 junio, 2010 02:00

Gabriel Erkoreka

Estrena mañana 'Asklepios' en la Judson Memorial Church de Nueva York.

Benjamín G. Rosado
Si existe la perspectiva musical, Gabriel Erkoreka (Bilbao, 1969) es de los que más horizonte alcanza. Con un pie en Londres y el otro en Nueva York, este creador de mapas sonoros, que lo mismo sirven para encontrarse que para perderse entre la multitud, se deja caer precisamente en Manhattan para el estreno de Asklepios, obra para flauta, arpa y percusión, que interpretará el MAYA Ensemble y que, promete su autor, "tiene algo de remedio contra la crisis". También estos días su obra Ertzak, estrenada el pasado mes de abril en el Auditorio de Zaragoza, será interpretada en París y Moscú.

PREGUNTA.- Asklepios toma su nombre del dios griego de la medicina. ¿Se trata acaso remedio contra los males de nuestro tiempo?
RESPUESTA.- Posiblemente. En realidad hacía tiempo que tenía pensado utilizar este título para una de mis obras, en homenaje a un tío mío que fundó un pequeño club de fútbol con ese nombre y que falleció muy joven. Para él fue sin duda un remedio que le mantuvo sano durante más tiempo.

P.- En tal caso, no deja de tener gracia que la obra se sirva del folclore musical de Grecia, precisamente donde la crisis está haciendo más estragos...
R.- La problemática social, tan ligada a lo económico, siempre ha sido una motivación para mí a la hora de componer. De ahí viene, en parte, mi interés por hacer referencia a diferentes folclores, que después utilizo como pretexto para la experimentación. Ahora bien, tengo claro que mi obra poco o nada aportará para remediar la crisis brutal por la que atraviesa Grecia en estos momentos... Fuera de bromas, pensé que era el momento ideal para valerme de ciertos aspectos de la música tradicional griega, como sus modos, por la particular instrumentación de la obra, que me venía dada por el encargo que recibí de MAYA.

P.- Es usted uno de los buques insignia de la composición española, pero lo cierto es que estrena más fuera que dentro. ¿Se ha sentido alguna vez exiliado?
R.- Para nada. Aunque desde hace 15 años vivo en Londres, tengo una relación muy estrecha con mi país, y no sólo a través de las clases de Composición que imparto en Musikene, en San Sebastián. Mi música se interpreta bastante en España, aunque quizás no tanto como fuera.

P.- ¿Conseguirán salvar el modelo de Musikene?
R.- Tras unos meses tormentosos, poco a poco se van calmando las cosas. Yo confío en que finalmente habrá voluntad política para salvar el modelo del centro, que tan buenos resultados ha dado en muy poco tiempo. Por el bien de la música, y en especial por el bien de la enseñanza musical en nuestro país, espero que así sea.

P.- Su anterior estreno neoyorquino, Trance, reflexionaba sobre el tiempo, que usted maleaba a su antojo. ¿Cuál es el "juego" de Asklepios?
R.- Así es, pero sobre todo lo hacía mediante un interés en plasmar diferentes estados de la mente. Mis títulos siempre procuran ofrecer una pista, como si fueran una pequeña guía para la escucha de la obra. En Asklepios el juego viene dado por un efecto de contagio entre los instrumentos, que es traducido a música mediante una visión personal de la imitación, que dista bastante de ser literal, sino que más bien busca la esencia a través de aspectos más generales, como la conexión entre dinámicas y registros...

P.- Dice que como en el báculo de Asklepios, en su partitura hay serpientes, espirales que hacen que la flauta, el arpa y la percusión se fusionen en un todo.
R.- Es curioso esto de las serpientes. Resulta que MAYA, a raíz de mis notas al programa, ha decidido hacer un preestreno para niños, a los que se les pedirá que acierten el número de serpientes que aparecen en la obra. Estoy encantado. Me parece una idea sencilla y genial para llegar a los niños y conseguir una escucha de lo más atenta. ¡Sólo se les podía haber ocurrido a los americanos!

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