Image: Aitana Sánchez Gijón

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El Cultural

Aitana Sánchez Gijón

"El catolicismo ha machacado a mucha gente con el tema del pecado"

2 marzo, 2011 01:00

Aitana Sánchez Gijón. Foto: Quique Fidalgo.

Mañana estrena en el Teatro Español la obra 'Santo'

Su última aparición en el teatro fue hace dos temporadas con Un dios salvaje, de Yasmina Reza. Ahora presenta un espectáculo íntimo, para la sala pequeña del Teatro Español, y totalmente distinto. Es Santo, tres piezas en torno al tema de la santidad, escritas por Ignacio del Moral, Ernesto Caballero e Ignacio García May , presididas por tres fuertes personajes femeninos que le dan la oportunidad de lucirse.

P.- Santo es una obra bastante atípica por su temática. ¿Qué le atrajo de ella?
R.- Leí el texto y me fascinó y, luego, tenía muchas ganas de trabajar con Ernesto Caballero y también de hacerlo en la sala pequeña del Español, quiero trabajar con el público de cerca, sin tener que proyectar la voz, actuar de una manera íntima. Me tiré de cabeza. Yo estaba haciendo una película y no pude hacer el trabajo previo de llegar a los ensayos con el texto aprendido, pero aquí estoy, sobre la marcha.

P.- ¿Cómo evolucionan los ensayos?
R.- Estamos haciendo un trabajo de creación colectiva, porque Ernesto crea desde las intuiciones, desde la prueba y error, no tiene nada preconcebido. Tiene propuestas, pero lo prueba todo y te hace ir por caminos opuestos para ir descartando y llegar luego a la esencia.

P.- ¿Usted ya interpretó a la doncella de Orleans en el Oratorio Juana de Arco en la hoguera ¿Qué relación tiene usted con la santidad?
R.- La obra no trata sólo del tema de la santidad, sino también de la fascinación por el misterio, qué entendemos por milagro, y la contradicción de lo que moralmente se considera correcto o incorrecto. Y finalmente, tratamos la vida apasionante de Edith Stein. Pero yo no tengo ninguna relación. Hay una cosa que me fascina de estas mujeres, que son muy adelantadas para su época. Tanto Juana como Edtih. Edith fue estudiante de Filosofía, alumna de Husserl, en una época en la que las mujeres no estudiaban en la universidad, ella pretendía una cátedra, pero no se la dieron. Y el camino que recorrió es muy interesante porque va desde la razón a la fe en una religión que no era la suya, pues se hizo monja carmelita. Acabó asesinada en Auschwitz. Me asombra la fortaleza y esa búsqueda incesante de la verdad a través de la entrega.

P.- Me sorprende una temática semejante en los escenarios...
R.- Eso es precisamente lo que tiene de interesante, el punto de vista desde el que se cuentan estas historias no es con una intención iconoclasta, sino de conocer qué tienen de fascinante, de trascendente, de misterioso los hechos de estos personajes. Y lo hacemos sin pretender un discurso a la contra. Los autores y los actores no somos creyentes, no tenemos una relación con la religión directa, pero reconocemos una fascinación hacia estos hechos religiosos. Hay también una cierta envidia por los santos: ¿cómo se logra eso? ¿están en un nivel superior?

P.- Conforme la sociedad es más laica y está más alejada de la religión, el teatro se convierte en espacio para tratar los asuntos espirituales.
R.- Está bien tomar un poco de distancia (de la religión), y perder un poco la acritud y ese resquemor y ese peso de siglos, que todavía sigue muy latente, con un apoyo muy importante de la sociedad. No es un discurso superado en absoluto.

P.- ¿No cree que hay bastante anclericalismo en nuestra sociedad?
R.- Para nada, no tiene más que ver las mareas de creyentes que siguen al Papa cuando viene.

P.- Tengo entendido que éste es un país mayoritariamente católico y libre.
R.- Sí, pero el Papa dice una serie de cosas muy retrógradas. Y hay legiones de gente que siguen esas palabras, aunque luego posiblemente no las practican en su vida diaria. Es una religión que ha machacado y condenado a mucha gente con el tema del pecado, le ha obligado a vivir con una falta absoluta de libertad.

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