Cristina Sánchez.

La extorera es miembro del jurado del Premio Paquiro, que se entrega esta noche

Esta noche se entrega el Premio Paquiro de Toros, instituido por El Cultural y patrocinado por Telefónica. La ceremonia en el edificio de La Bolsa de Madrid incorpora una llamativa novedad con respecto a las ediciones anteriores: el ganador (en este caso los ganadores ex aequo) no pertenecen al escalafón de matadores. Son dos escritores. Habría que decir dos enormes escritores: Mario Vargas Llosa y Pere Gimferrer. Premiarles a ellos supone dar fe de un vínculo ancestral: el que une a la tauromaquia con el arte. La innovadora decisión corrió a cargo de un jurado del que forma parte la extorera, una de las mujeres que mejor huella ha dejado en los aficionados a la Fiesta.



Pregunta.- Este año ha roto una tradición: hasta ahora todos los premios Paquiro habían sido matadores. ¿Por qué os decantasteis por dos escritores?

Respuesta.- El Premio Paquiro premia un acontecimiento taurino, no al mejor matador, o a la mejor estocada, o a la mejor faena... La convulsión que hubo el año pasado abrió la necesidad de llevar a cabo una reflexión, para que el mundo del toro se una y empuje hacia el mismo destino. Que escritores de la relevancia pública de Vargas Llosa y Gimferrer hayan defendido públicamente la tauromaquia es de agradecer. Y de premiar.



P.- ¿Qué le falta al mundo del toro?

R.- Más unión, aunque poco a poco se va consiguiendo. La revolución del año pasado ha tenido consecuencias muy positivas, sobre todo para espolear esa unión y hacer autocrítica, porque hay algunos aspectos que se deben mejorar. Es muy importante manejar esta profesión desde dentro, que los profesionales decidamos qué y cómo se deben hacer las cosas. La tauromaquia no puede quedar en manos del político de turno.



P.- ¿Qué le falta?

R.- Que los toreros sean conscientes de la sociedad en la que viven. No pueden permanecer herméticos. Los niños pequeños conocen a la perfección a los futbolistas, pero no a los toreros. Tienen que ser conscientes de que si no estás en los medios, no existes. No por aparecer en ellos devalúas tu carrera. Hay que estar en ellos, por supuesto con criterio, pero hay que estar. En ese sentido se deben renovar.



P.- Y la prohibición en Cataluña le tuvo que doler ¿no?

R.-Sinceramente, me parece un atentado contra la libertad, la cultura y la tradición. No lo puedo decir de otra manera. Han limitado mi libertad, porque ahora no podré ejercer mi profesión en una región de mi país. Espero que se recapacite.



P.- ¿Echa de menos ponerse delante del toro?

R.- Siempre se echa de menos, unas veces más que otras. Yo lo suplo toreando en el campo. A veces toreo con los amigos en tentaderos a una vaca o una becerra. Es una necesidad que te genera el cuerpo. No he probado nunca la droga pero debe de ser una adicción similar. Estar delante del toro es una sensación que no puedes experimentar de otra manera.



P.- ¿Cuáles fueron sus modelos cuando era matadora?

R.- Desde que era una niña fueron Curro Vázquez y Julio Robles.



P.- ¿Echa de menos alguna mujer en el escalafón de matadores?

R.- Es una pena que no haya ahora ninguna pero es que es muy difícil. De la cantidad de hombres que se dedican al toreo sólo unos pocos consiguen vivir de él dignamente. Y las mujeres son un porcentaje mucho más pequeño. Hay algunas que están en un segundo plano y para las que es muy complicado dar el salto. Me encantaría porque demostraría que la mujer puede abrirse camino por méritos propios en un mundo de hombres.

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