Una escena de Heart of a Soldier, en la Ópera de San Francisco.
Orquestas, directores y compositores se preparan para el aniversario de los atentados del World Trade Center. Alan Gilbert dirigirá a la Filarmónica de Nueva York en un concierto benéfico mientras, en la costa oeste de Estados Unidos, Christopher Theofanidis estrenará en la Ópera de San Francisco Heart of a Soldier, sobre la vida de uno de los hombres que desalojó las Torres Gemelas.
La Filarmónica de Nueva York ha elegido la Segunda sinfonía, Resurrección de Mahler para rendir homenaje a las víctimas del 11-S. Alan Gilbert comparecerá el domingo en el podio del Avery Fisher Hall para un concierto benéfico que se retransmitirá en directo a todo el mundo. No es la primera vez que la orquesta se vuelca con la ciudad. Tras el atentado, sus músicos tocaron por las esquinas de Manhattan y Kurt Masur canceló la inauguración de la temporada 2011/2012 para dirigir un estremecedor Requiem alemán de Brahms en el Lincoln Center. Allí mismo se estrenó un año después On the Transmigration of Souls, en la que John Adams hacía recitar a un coro los nombres de los desaparecidos.
Tampoco faltará la música en el décimo aniversario del atentado. Desde hace días The New Yorker viene anunciando una serie de conciertos en las iglesias de St. Paul's y Trinity Church, sobre el césped de Central Park o en el Joyce SoHo, una antigua estación de bomberos en la que se celebrará After Music, un maratón con trabajos de compositores que vivieron los atentados de cerca.
A las 9.15 del día que cambió el mundo, el compositor Christopher Theofanidis salía de dar una clase en la Juilliard School. "A esa hora la gente hablaba de una pequeña avioneta accidentada, pero la estela de humo nos hacía pensar en lo peor", cuenta el compositor a El Cultural. Después de aquello, Theofanidis pasó varios meses sin poder escribir una nota. "Fue un shock creativo. Me sentía como si me hubieran robado el espíritu. Mi cabeza me pedía escuchar más que hablar". Mañana, la Ópera de San Francisco estrenará su ópera Heart of a Soldier, sobre la vida de Rick Rescorla, un veterano de Vietnam que murió mientras desalojaba una de las Torres Gemelas. "El leitmotiv es el amor y también la necesidad de honrar a nuestros héroes". La partitura mezcla el sonido tradicional de la orquesta con rock, folk y cantos islámicos, lo que justifica la presencia en el foso de una guitarra eléctrica, una gaita y un bafle. Patrick Summers empuñará la batuta y el barítono Thomas Hampson, la bandera. "Si algo nos queda después de todo es el orgullo de sentirnos americanos".