Image: Bernardo Herradón

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El Cultural

Bernardo Herradón

"Hacen falta políticos valientes que apuesten por la ciencia"

7 noviembre, 2011 01:00

Bernardo Herradón

El investigador participa en la Semana de la Ciencia, que empieza hoy, con varias conferencias y la exposición "Entre moléculas".

Biomedicina, nuevos materiales, deportes, medioambiente... Bernardo Herradón (Madrid, 1958) celebra el Año Internacional de la Química como más le gusta: divulgando. Desde el Instituto de Química Orgánica General del CSIC, desde la Real Sociedad Española de Química, desde el Foro Química y Sociedad o desde la exposición "Entre moléculas", que ha comisariado y que podrá verse durante la Semana de la Ciencia. El evento, que se prolongará hasta el 20 de noviembre, empieza hoy con un apretado programa de actividades.

Pregunta: ¿Cómo explicaría la importancia de la Química en la actualidad?
Respuesta: Le diría que es una ciencia fundamental para nuestro bienestar. Todas las comodidades de nuestra vida están fabricadas con sustancias químicas. La química mejora nuestra salud con fármacos, nos proporciona alimentos, agua potable, energía, materiales para el ocio, y miles de ventajas. Muchas ciencias intentan explicar sus resultados a nivel molecular, es decir, al nivel más íntimo de la materia. Las moléculas son el objeto de estudio de la química, por eso, la química interacciona con muchas ciencias. Otra de las características de la química es su capacidad para preparar sustancias nuevas que son útiles para nuestro beneficio, pero también son herramientas útiles para estudiar fenómenos de otras ciencias, como la biomedicina y la ciencia de los materiales. Por todo ello, se considera a la química como la ciencia central.

P.- ¿Qué gran hito de la química ha marcado esta disciplina en los últimos años?
R.- Ha avanzado en varios frentes. Por ejemplo, se están desarrollando métodos eficaces para preparar moléculas que además tienen en cuenta consideraciones medioambientales. Estas moléculas son útiles tanto en biomedicina, especialmente en el desarrollo de medicamentos, como en la ciencia de los materiales. También está haciendo contribuciones importantes a la nanociencia y la nanotecnología.

P.- ¿Tiene marcados desafíos concretos?
R.- Los que le marque la sociedad. Actualmente, los retos están en energía, alimentos (incluido agua), salud, medio ambiente y tecnología. Tampoco hay que olvidar los aspectos sociales de la ciencia, debemos trabajar para eliminar las desigualdades entre las personas y los países. En todo esto va a contribuir la química, preparando compuestos químicos útiles. Por otro lado, hay que avanzar en aspectos relacionados con sus fundamentos, que pasan por su 'matematización', como ocurre con la física.

P.- ¿Qué piensa de los recortes en ciencia en estos momentos?
R.- En pocas palabras, son un desastre. Especialmente, porque se van a romper las ilusiones de muchos investigadores jóvenes sobre los que debería sustentarse el futuro del país.

P.- ¿Es la ciencia y la tecnología la respuesta a las grandes crisis?
R.- Sin duda. En todas las grandes crisis, todas las naciones que han confiado en la ciencia y la tecnología han salido reforzadas. Hay que hacer inversión científica pues de ahí saldrán los avances que permitirán crear empresas con las que cambiar la economía. En el mercado global tenemos que competir con otras propuestas, con productos de muy alto valor añadido. Esto solo puede salir del avance científico y tecnológico. Soy muy pesimista y creo que España nunca va a estar en primera división en el impacto científico. Tampoco en una economía basada en la ciencia y la tecnología.

P.- ¿Hacia dónde debería caminar España científicamente hablando?
R.- Hay que ser realista. Se acaban de publicar los datos de la producción científica y el impacto de la ciencia por países. Se confirma que España es la novena productora de artículos científicos, pero nuestra posición en impacto es muy pobre, ocupamos el trigésimocuarto puesto. Esta es una medida de la calidad de la ciencia. Pero aún hay otro dato que es peor. España no transfiere conocimiento al sector productivo. Este es un mal endémico de la sociedad española y no es tanto culpa de los científicos y tecnólogos españoles como del poco riesgo asumido por los inversores españoles. Esta situación tiene otra consecuencia, la inmensa mayoría de los científicos españoles trabajan en el sector público porque no hay sector privado que los acoja. La situación es insostenible. Los frutos de la ciencia no se recogen de un día para otro. Faltan políticos valientes que apuesten por el futuro.

P.- ¿Qué fórmula aplicaría para resolver el problema de la financiación científica?
R.- La inversión en ciencia en España es un porcentaje muy pequeño del PIB y una cantidad ínfima de lo que suponen los rescates financieros. Por lo tanto, mantener la inversión de los años anteriores a la crisis no nos va a llevar a la ruina. Incluso si se invierte más, tampoco vamos a estar más arruinados. Con esto estoy pidiendo más financiación. Lo que nunca se debe disminuir es la necesaria para apoyar la investigación de los jóvenes, desde los estudiantes de doctorado hasta los jóvenes doctores, a los que hay que apoyar para que empiecen a hacer investigaciones independientes a los 30 y no a los 40 años, como ocurre actualmente.

P.- ¿Qué piensa de los patrocinios? ¿Debería promocionarse?
R.- Debería promoverse el patrocinio, desde los individuales a las grandes corporaciones con las consiguientes ventajas para los donantes. El modelo sería el de Estados Unidos, donde encontramos muchos individuos apoyando las ciencias, las artes y la cultura.

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