Inma Chacón. Foto: Christian Maury.
Hoy presenta Tiempo de arena, novela con la que quedó finalista del Premio Planeta
Pregunta.- Me han chivado que la historia se basa en una tía suya. ¿Es cierto?
Respuesta.- Sí, en una tía abuela que se llevó un secreto a la tumba, un secreto que, por razones del destino o de la casualidad, se desveló más de cien años después. Yo no he pretendido traicionar ese secreto, intacto durante tanto tiempo, sino reivindicar a aquellas mujeres que tuvieron que ocultar su maternidad por ser solteras por el qué dirán.
P.- Con muchos de esos niños se acabó traficando. ¿Está de fondo en su novela esas redes delictivas que actuaron en España durante décadas?
R.- Cuando yo empecé a escribir la novela no había salido a relucir la magnitud de este problema, que pudo afectar a miles de niños, arrancados de los brazos de sus madres. A muchas les dijeron que habían muerto y todavía están buscándolos. Yo estaba centrada en el caso de mi familia. Uno de los personajes de la novela se pasa también toda la vida buscando a sus hijos, en secreto, y en el lecho de muerte sus últimas palabras fueron: "Mis hijos, mis hijos". Nadie lo sabía y algunos familiares la toman por loca. Su madre, que es una marquesa, lo achaca a las fiebres que padecía. Cree que delira. Pero una de sus hermanas decide empezar a investigar.
P.- ¿Está ambientada en su tierra?
R.- No, en Toledo, que es un personaje más; un personaje opresivo, que representa el encorsetamiento moral al que se sometía a las mujeres, como lo es Vetusta en La Regenta, o el mismo Toledo en Tristana. En estas novelas las mujeres están presionadas por la moral imperante: sufren, luchan y pierden. Pero en la mía sufren, luchan y ganan. El libro lanza un mensaje de optimismo en la lucha, de que merece la pena.
P.- ¿Cómo transcurre ese tiempo de arena al que alude el título?
R.- Muy lento, pero sin pausa. Pasa sin darte cuenta. Los años van cayendo uno a uno, sin hacer ruido y cuando te das cuenta ha pasado una década. Las protagonistas de mi novela deben esperar mucho tiempo para conseguir lo que quieren.
P.- Dice que escribir es una forma de respirar. ¿Se asfixiaría si no pudiera hacerlo?
R.- Sí, es algo que necesito, que me ha servido mucho de terapia: me ha curado muchos dolores. Y me ha servido para reflexionar sobre mí y comunicarme con los demás.
P.- ¿Y la noche en la eligieron como finalista del Planeta qué pensamientos le dedicó a tu hermana Dulce?
R.- Le dije: "Va por ti".
P.- ¿Espera que este premio le coloque en el panorama literario con entidad propia?
R.- Espero que sí. Yo me siento orgullosísima de ser hermana de Dulce Chacón y nunca me he sentido eclipsada por ella. Sin embargo, sí confío en que este premio me dé la oportunidad de que se reconozca mi obra.