Image: Juan Pablo Fusi

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El Cultural

Juan Pablo Fusi

"No hay urgencias amenazantes para reformar la constitución"

6 diciembre, 2011 01:00

Juan Pablo Fusi. Foto: Justy García.

Hoy la democracia española celebra el 33° aniversario de su constitución.

La democracia española celebra el 33° aniversario de su constitución. Aprobada en referéndum en 1978, la carta magna actual es la que ha alcanzado un periodo de vigencia más amplio de nuestra historia. Muchos le ponen pegas, seguramente con razón, pero hay que reconocerle a este texto, parido en un periodo de fuerte crispación, un mérito indiscutible: ha servido de marco normativo a la convivencia pacífica de los españoles. Juan Pablo Fusi (San Sebastián, 1945) exige prudencia a la hora de retocarla o revertir los procesos que alumbró en su día. La estabilidad en las leyes fundamentales es, en su opinión, capital. El historiador guipuozcano lo tiene muy claro, más ahora que acaba de prologar los diarios inéditos de Alcalá-Zamora, primer presidente de la II República, en los que el mandatario narra, con total inmediatez, las jornadas en que España se despeñó hacia el abismo.

Pregunta.- ¿Dónde cree que necesita reformas más urgentes?
Respuesta.- Cualquier reforma de la constitución o de las leyes fundamentales de un Estado hay que acometerla con prudencia, porque al fin y al cabo es reabrir un proceso constituyente. Los 33 años de la constitución del 78 es, en términos históricos, un periodo relativamente corto. Los cuatro puntos que deberían revisarse son la función y composición del senado, la sucesión a la corona por la línea femenina, los derechos de ciudadanos europeos en las elecciones españolas y hacer una enumeración y mención expresa de las nacionalidades y regiones para fijar el mapa autonómico. En cualquier caso, no hay urgencias amenazantes para acometer estas reformas.

P.- ¿Y la recuperación de competencias por parte del Estado la ve viable?
R.- El Estado de las Autonomía es irreversible. Su establecimiento es la reforma territorial más importante que ha vivido España desde la promulgación de los Decretos de Nueva Planta de 1715. Es irresponsable estar cambiando este modelo cada equis años. Lo que sí existe es una necesidad de racionalizar el gasto autonómico y coordinarlo con el del Estado. Y salvo que esa racionalización lo exija, no creo necesaria esa reversión.

P.-¿Cómo ve el hecho de que el Parlamento acoja partidos, en particular Amaiur, cuyas pretensiones desbordan el marco constitucional?
R.- Su presencia en el Parlamento obedece a un derecho inherente en un sistema democrático. No es algo nuevo. Ya sucedió con el Partido Nacionalsocialista, que participó en las elecciones alemanas entre el 19 y el 33. Y en nuestra II República, donde había partidos de la extrema derecha carlista y otros muchos contrarios al sistema republicano. Si está legalizado, no conviene promulgar disposiciones ad hoc para sacarlos del Parlamento.

P.- La comisión del Valle de los Caídos ha expresado la conveniencia de exhumar los restos de Franco. ¿Comparte esa opinión?
R.- La presencia de los restos de Franco condiciona cualquier uso que se pretenda dar al Valle de los Caídos, ya sea estrictamente religioso o de otra naturaleza. Si fuera la familia ya lo habría llevado ya a un distinguido panteón privado.

P.-¿En qué medida es heredera la constitución actual de La Pepa, de la que se cumple el próximo año su bicentenario?
R.- Toda la España constitucional, liberal y progresista es heredera de esa primera constitución que nos dimos los españoles. Evidentemente su articulado tiene ya muy poco que ver con la carta magna vigente. Es una constitución que sería inaplicable en un Estado actual, pero eso no le resta un ápice de valor moral e histórico, porque fue la que marcó el camino hacia el orden constitucional.

P.-¿En qué aspectos la lectura de estos diarios de Alcalá-Zamora le ha cambiado su percepción de lo ocurrido en la II República y de la figura de su primer presidente?
R.- No es que haya cambiado mucho mi perspectiva. Lo importante de estos diarios es su inmediatez respecto a los hechos narrados. Vemos cómo reacciona casi en directo el Jefe del Estado mientras el país está inmerso en un proceso de descomposición. Y sobre su figura, ratifico la impresión de un hombre honesto, bondadoso y con un profundo sentido jurídico del Estado que se ve arrastrado por una crisis nacional.

P.- Dice su nieto, el historiador José Alcalá-Zamora y Queipo de Llano, que su destitución fue un golpe de Estado parlamentario...
R.- Fue una maniobra de sustento jurídico muy frágil y probablemente el mayor error de la República. Se le acusaba de haber abusado del decreto de disolución de las cortes, pero las primeras cortes que disolvió, en el 33, eran constituyentes, por lo que es muy dudoso que computase.

P.-¿Su destitución fue un paso crucial hacia la guerra?
R.- Es difícil establecer relaciones de causa-efecto en un contexto tan convulso, pero lo que sí está claro es que supuso más deslegitimación de la República.

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