Image: Marcelo Figueras

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El Cultural

Marcelo Figueras

"Alguien desde el futuro me pidió que escribiera Aquarium"

16 diciembre, 2011 01:00

Marcelo Figueras

El escritor argentino acaba de publicar 'Aquarium', su última novela

Ulises Rosso viaja a Israel para buscar a sus hijos en Israel. Su mujer huyó allí con ellos. En mitad del fuego cruzado de israelíes y palestinos, él rastrea la pista de lo que más quiere. Un hombre desesperado en un país desesperado. Aquarium , de Marcelo Figueras, es una novela al límite. Pero cuando todo parece que se acaba, que se hunde sin remedio, la vida siempre brinda una última oportunidad. Ulises se cruza en el camino con Irit Rosemblum, una artista con la que no se puede entender por la disparidad de idiomas, pero con la vive un intenso romance. Es el amor más allá de las palabras lo que está en juego en este libro.

Pregunta.- A lo largo de su cobertura estuvo en alguna ocasión entre dos fuegos: las piedras palestinas y las balas israelíes. ¿Qué conclusiones sacó de su paso por allí? ¿Hay margen para la esperanza?
Respuesta.- Mi intención de hecho era precisamente esa: comprobar si es posible concebir un espacio de encuentro en Palestina, pero también en nuestras sociedades contemporáneas. Palestina es el lugar donde parece más difícil alcanzarlo, por eso fui allí. Tiene una gran fuerza simbólica. Yo confío en que la parte más fuerte, el bando más rico, tenga algún día un gesto de generosidad que rompa la inercia de la violencia. Hay mucha gente en Israel que estaría dispuesta a tenerlo.

P.- Pero también asoma de fondo Argentina y su pasado convulso pasado reciente...
R.- Al meterme de lleno en Palestina no me costó encontrar muchos puntos de contacto con mi país. Sobre todo políticos y medios de comunicación que avivan los peores instintos de la gente, y los poderes que nos llaman a vivir instalados en el miedo y encerrados en nuestras casa. Pero hay que sobreponerse a estos mensajes que incitan a la violencia.

P.- Y a la confusión, ¿no?
R.- Sí, a veces exageran la realidad hasta llevarla al absurdo. Buscan con ello la incomunicación entre las personas de buena voluntad, porque su poder depende de eso, y entonces crean sus pasaportes, sus documentos de identidad... A pesar de Internet, Facebook y las redes sociales nunca antes el mundo padeció tanta confusión. Pero las cosas que nos hacen reír, vibrar, sentir, tienen una raíz común, y es lo que prevalece siempre.

P.-¿Por qué la cita al comienzo de Jacques Brel: 'Yo te inventaré palabras insensatas que comprenderás'?
R.- La novela se centra en dos personas que deben entenderse más allá de las palabras. Expresa el deseo de amor, y de no estar solo, y de cómo las parejas se dictan sus propias reglas, sus propias palabras.

P.- Fuiste a Palestina para documentarte para una novela y acabaste escribiendo otra.
R.- No quería escribir sólo con Wikipedia. Quería pisar la tierra donde iba a transcurrir la historia. Entonces hice una especie de pacto faústico con la revista Planeta Humano. Acordé con ellos cubrir la segunda Intifada y, de paso, podía preparar mi novela. Pero lo que me ocurrió allí fue mucho más intenso y más vivo que lo que traía. La realidad se me impuso. Viví tal delirio, en el que el terror y la belleza se alternaban, que no dudé en cambiar mi itinerario.

P.- Es usted un hombre muy vinculado al cine. ¿Ve alguna posibilidad de que Aquarium mute en película?
R.- Esa fue mi primera intención. La historia la escribí como un guión cinematográfico. Era una historia con lindas imágenes que podrían ir bien en la gran pantalla. Espero que sí, que algún día acabe como una película.

P.-¿Y por qué revela al final del libro el origen de los personajes y las situaciones que luego desarrolla en la novela?
R.- A mí me impresionó mucho La insoportable levedad del ser. Kundera es un escritor que te involucra en la vida de los personajes y luego, en cambio, te advierte que todo lo que ha contado es un invento suyo. Es un juego de transparencia que me interesa mucho. Además, esta vez el cúmulo de coincidencias y casualidades que me sucedieron durante la escritura de la novela fueron tan potentes que creí interesante revelarlas. Pareció como si algo desde el futuro me estuviera pidiendo que la escribiera.

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