Pepe Viyuela. Foto: Ical

Representa 'Encerrona' en el Pequeño Teatro Gran Vía de Madrid y está de gira con 'Los habitantes de la casa deshabitada'

Aprovechando la popularidad que Pepe Viyuela ha ganado gracias a la serie de televisión Aida, el actor ha rescatado su "monólogo comodín" para mostrar sus dotes como clown. Un espectáculo que lleva haciendo desde hace 25 años pero que ha ido creciendo y envejeciendo como su protagonista. Viyuela sigue en la tele, actúa los martes en el Pequeño Teatro Gran Vía de Madrid y, encima, los fines de semana está de gira con Los habitantes de la casa deshabitada. Eso es pluriempleo.



Pregunta.- Se puede decir que Encerrona nació con usted, ¿no?

Respuesta.- Sí, es un monólogo que vengo haciendo desde que nací profesionalmente. Pero como nunca he estado trabajando en temporada en Madrid parece algo nuevo. Es un espectáculo comodín, al que nunca puedo dedicarme en exclusividad pero que tengo la necesidad de hacer. Es como cuando echas de menos a un amigo y te apetece reencontrarte con él, porque si no cultivas su amistad corres el riesgo de perderla.



P.- Usted firma el texto, lo interpreta, lo produce y ¿también lo dirige? R.- Está dirigido por Elena González, que es mi mujer. Lo llevo haciendo desde hace 25 años, pero claro, lo vamos revisando. Al espectáculo le ocurre lo mismo que a las personas, tiene la misma base, pero con el paso del tiempo el personaje ha cambiado, ha ganado más mordacidad, es más realista, se ha suavizado, aunque a mí me gusta creer que es más sabio.



P.- ¿Es autobiográfico? ¿Cómo se llama su personaje?



R.-
No tiene nombre, quizá Pepe Dos. Lo que hace un payaso siempre es autobiográfico porque el payaso crece de uno mismo, viene a ser como la caricatura de lo que uno es. A este payaso todo se le descontrola, que es lo que a mí me ocurre en mi interior y, quizá por eso, siempre ando buscando el orden. Mi personaje no hace nada a derechas, se equivoca siempre, pero tiene un tesón increíble para sortear las dificultades. Y eso es lo que a mí me gusta de él, que se crece en los errores. Yo pienso que es un error ocultar nuestros fracasos porque son los que nos hacen crecer. .



P.- Para un actor es una ventaja contar siempre con una "monólogo comodín" ¿no?

R.- Sí, yo siempre lo he representado por salas alternativas, cafés, cabarés... Lo monté cuando salí de la Escuela de Arte Dramático, estaba sin trabajo y me permitió actuar en muchos sitios. De hecho fue el que me abrió las puertas de la televisión, le debo mucho a este espectáculo.



P.- Lleva siete años en la serie Aida. ¿Se divierte en la tele? R.- Mucho, me hace pasar muy buenos ratos. Nunca había estado trabajando en un sitio de forma tan continuada, viendo las mismas caras todos los días, conociendo a los guionistas, aprendo muchísimo. Además, gracias a la tele he ganado fama. Ahora voy por la calle y me llaman Chema, como mi personaje en la serie. A mí me encanta que me reconozcan por mis personajes. Hubo un tiempo en que me llamaban Filemón (por la película de Guillermo Fesser).



P.- Y para un actor ¿esa rutina no puede resultar perniciosa?

R.- Yo pienso que para el trabajo de un actor la rutina, en el sentido de disciplina, es muy buena. Por otro lado, yo nunca he aparcado el teatro. Ahora los fines de semana estoy de gira con Los habitantes de la casa deshabitada. Creo que el teatro es el sitio fundamental para el actor, ahí tiene la oportunidad de contrastar con el público lo que hace bien y lo que hace mal.



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