Image: Ángeles de Irisarri

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El Cultural

Ángeles de Irisarri

“Los hombres siempre fueron muy generosos conmigo”

13 abril, 2012 02:00

Ángeles de Irisarri. Por Gusi Bejer

Escribe, con tanta pasión como éxito, novelas históricas de pequeñas y grandes mujeres. Ahora Ángeles de Irisarri (Zaragoza, 1947) revisa y reúne en un solo volumen -Isabel, la Reina (Suma, 2012)- su estupenda trilogía sobre la soberana católica y castellana que fundó junto a su marido Fernando la España Moderna.

Pregunta: ¿Sus tres Isabeles juntas saben mejor?
Respuesta: Lo cierto es que pesan más, porque ha salido un volumen tan grueso que llevado dentro del bolso puede servir de autodefensa.

P: Al revisar la fusión de los tres tomos, ¿qué es lo que más le ha sorprendido del conjunto?
R: Lo más sorprendente ha sido, sin duda, que me siguieran gustando tanto los cuatro personajes que protagonizan la historia.

P: ¿Y cuántas páginas sobrantes ha liquidado su celo revisor?
R: ¿Sobrantes? Pues casi ninguna, la verdad.

P: Después de 800 páginas y tantos años de trabajo, ¿Isabel ha conquistado sus sueños o sus pesadillas?
R: Isabel está ya tan unida a mí que, de hecho, muchas personas me llaman Isabel. Pero no se si lo dicen por la reina, por mi hija o, tal vez, por mi tía Isa, que en paz descanse.

P: En su serie de novelas sorprende la mixtura de verosimilitud, con su dominio del castellano antiguo, y la fantasía. ¿Cocina fusión?
R: Una pizca de lo primero y un sabio manejo de lo segundo proporcionan un caldo muy nutritivo, apto para recién parida.

P: ¿Escribir en castellano antiguo la deja exhausta?
R: Desde pequeña me he sabido de memoria cantidad de poesías y romances, lo que acabó haciendo mella en mí. Y me di cuenta de que escribir de esta forma arcaica, convertía, como decíamos, en más verosímiles mis historias.

P: ¿Y no provoca rechazo en el lector?
R: ¡Al contrario! Una lectora me abroncó por que situé una novela a principios del XX, tan alejada de mis esparcimientos históricos habituales. Me exigió que no hiciera "más excursiones".

P: ¿Isabel y Fernando compartieron tareas en el poder? ¿En verdad montaban lo mismo?
R: Pues sí, así fue, reinaron completamente a la par, cada uno en el reino respectivo del otro y ambos en los reinos de los dos.

P: ¿América la descubrieron, a medias, Colón e Isabel?
R: América la descubrió Cristóbal Colón sin saber que la descubría, porque la reina Isabel le proporcionó tres naves para que navegara por la mar ignota.

P: ¿Pintar a Isabel de nazi por expulsar a los judíos es un despropósito?
R: Es un despropósito y una aberración histórica. ¿Cómo puede decirme eso?

P: ¿Pero no es ese el gran baldón de su expediente?
R: Fue producto de su época. Fíjese que, tras España, sólo quedaron dos países en Europa que aún no los habían expulsado, Portugal y Austria, y otros empezaron antes que nosotros.

P: ¿Ángeles Irisarri escribe "Literatura sobre mujeres" o "Literatura para mujeres"?
R: Sobre mujeres, que hay mucho que decir todavía sobre ellas. Y es además lo que buscan mis lectores.

P: Pero es que además hoy parece una buena idea, ¿no? Hay más lectoras que lectores. R: Sigue siendo muy buena idea. Y tiene razón, las lectoras lo son en mayor número. P: ¿Usted cree que las cuotas ayudan a las mujeres o todo lo contrario?
R: Todo lo contrario, por favor...

P: ¿Y los hombres cómo se lo pasan con sus libros?
R: Cada vez tengo más lectores masculinos. Los hombres siempre han sido muy generosos conmigo.

P: Creo que empezó a escribir novela histórica tardíamente porque no le publicaban otro tipo de obras.
R: Pues sí, después de una larga agonía opté por la novela histórica cuando todavía no estaba de moda, y mira...

P: Dicen que ama los archivos. ¿Sigue manchándose de polvo en ellos o ha abrazado ya la Red para documentarse?
R: Ambas cosas, pero me gusta mucho aún sufrir el maravilloso polvo viejo de los archivos.

P: ¿Y se lo pasa mejor documentando o imaginando?
R: Pero es que lo segundo, la imaginación, lleva implícito lo primero, parte siempre de la documentación. Primero se inventa, luego se investiga y por último se escribe. Me divierto en los tres procesos.

P: ¿Es cierto que cuando dejó de fumar tampoco podía escribir? ¿Cómo lo lleva?
R: He dejado el tabaco y ha sido uno de los errores de mi vida. Quizá vuelva.