Antonio López: "Explicar la pintura es una osadía tremenda"
Participa en el ciclo Conversaciones en la Fundación Juan March, donde hablará de su arte y de su vida con el periodista Antonio San José
7 diciembre, 2012 01:00La reina está ahora más próxima al rey y luce otro vestido. Estos han sido los últimos cambios en el cuadro de la familia real de Antonio López, esa obra eterna que lo reconcilió con la figura humana en la pintura y a la que se dedica desde hace 14 años. El rey, en cambio, sigue siendo el centro de la imagen, es el único del grupo que no se ha movido. La entrega está prevista para junio, ¿hay tiempo? "Estoy haciendo lo posible para que quede bien, como sea pero que quede bien, soy de ese tipo de español", se empeña el pintor. Estos días de temperaturas afiladas no sale a pintar a la ciudad y en el estudio lo hace sólo durante las pocas horas de luz que concede el otoño, así que tiene tiempo para otras cosas, como la charla que ofrecerá mañana en la Fundación Juan March, donde hablará, si es que eso es posible, de su pintura y de su vida: "Lo que se pueda explicar para qué pintarlo, que decía Bacon". En ese encuentro también le preguntarán soluciones para lo que tenemos encima. Ya nos las adelanta: "Si hubiera una solución... el cáncer se solucionará pero los conflictos comunes siguen existiendo y además se han agravado. El hombre no encuentra la forma de convivir de una manera armónica y justa. Hace falta generosidad e inteligencia. La tienen algunos, pero no todos".
Pregunta.- Va a la Fundación Juan March a hablar sobre su trabajo. ¿Le gusta a un pintor exponer estas cosas?
Respuesta.- No es una conferencia, porque yo no doy conferencias. Será una charla y, sí, hablaré de mi vida y de mí como pintor, sobre lo que no hay mucho más que decir, aunque me paso la vida hablando de eso con la familia, con los amigos, con la gente de mi intimidad. En público me gusta menos hacerlo, lo hago porque me lo piden y porque quizás en ese esfuerzo que tengo que hacer hay también un aprendizaje, es una prueba que exige superar cosas que a lo mejor no es malo intentar superar.
P.- Comprenderá que haya mucha gente con gran interés por sentarse a escucharle hablar.
R.- En realidad los pintores, como las prostitutas o cualquiera, me imagino, nos pasamos la vida hablando de nuestro trabajo. Lo hemos hecho siempre entre nosotros. A algunos les resulta estimulante hacerlo en público, les provoca, les pone en contacto con el mundo, y otros se niegan en rotundo. Aunque casi todos acabamos haciéndolo, es innecesario porque, decía Bacon, lo que se pueda explicar para qué pintarlo. Partiendo de esto, la persona que tiene sensibilidad para ver la pintura no necesita saber más. Aunque, es verdad, a mí me hubiera gustado escuchar hablar a Giacometti, no hablar con él, tenerlo delante y escucharle.
P.- A eso me refiero, que habrá muchos pintores o interesados en la pintura que quieran oír lo que usted tiene que decir sobre el arte, aunque no lleve bien eso de tener que explicarlo.
R.- Lo llevamos como podemos. Hay una parte de todas las cosas humanas, de la paternidad, del amor, que son un tostón. Esto de hablar va unido a mi trabajo, es un acto de generosidad. Y también recibo mucho. Si no, no iría. Lo que sucede es que explicar nuestro trabajo es una osadía tremenda. Estoy convencido de que lo más importante de todo es que no lo conoces bien. Si Leonardo hubiera tenido que hablar de la Gioconda no sé que habría podido decir, quizás cosas prácticas, pero poco más. Cualquier otra cosa habría sido una redundancia. En fin, nunca se ha hablado tanto como ahora de arte, pero habrá que abrirse a los demás.
P.- Sí le he escuchado hablar del arte español en general. Recuerdo que en su última entrevista en El Cultural dijo que le parecía un arte difícil. ¿Cómo lo ve últimamente?
R.- Me refería a que el buen arte español, porque hay una cantidad de arte malo aquí y en todos lados... el arte español tiene una capacidad de conectar con el mundo real que me parece admirable. Hablo de los grandes artistas, de la gran literatura, que recogen esa capacidad. Me gusta que el arte sea así, estaría bien que la vida fuera así en general. El fallo terrible que tenemos ahora es porque, ya no el español, sino el ser humano en general trata de engañar. A lo mejor ni siquiera en beneficio propio...
P.- Lo cual nos lleva de cabeza a la pregunta madre: la negrura de la situación en la que estamos.
R.- La sociedad está muy estropeada, aquí, en China y en Rusia, de una forma más grave que en otras épocas. Antes había unas políticas que iban a salvar el mundo y ahora ¿Qué queda? Queda el dinero. Total, que yo pienso que el hombre está cada vez más en una situación que como no se tome en serio esto va a ir a peor y no sólo económicamente.
P.- ¿Y en España?
R.- El tema de España son los españoles, porque el país es fenomenal, hay buen clima y el solar no puede ser mejor. Los españoles somos un tostón pero tenemos algo muy bueno que asoma en el gran arte de aquí, en Velázquez, en Cervantes...
P.- Está cerca de entregar el cuadro de la familia real. ¿Sigue modificándolo?
R.- Estoy haciendo lo posible para que quede bien, como sea pero que quede bien, soy de ese tipo de español yo. Si lo que queda lo resuelvo bien, lo daré por concluido. Últimamente a la reina le he cambiado el movimiento y el traje. Ahora está más cerca del rey, que es el único que no ha cambiado de lugar ni de tamaño, él es el centro.
P.- ¿Le deja esta obra tiempo para otros cuadros?
R.- No, ahora a las seis de la tarde ya no veo, así que pinto menos. A partir de esa hora puedo hacer otras cosas.