Guillermo Fesser. Foto: archivo.

El periodista y escritor presenta este sábado en el Salón del Libro Infantil de Madrid, en el centro Conde Duque, un adelanto del musical que llevará a escena las aventuras de su detective Anizeto Calzeta.

Guillermo Fesser (Madrid, 1960) no sólo es periodista y la mitad de Gomaespuma. Ha escrito guiones para su hermano Javier y dirigió su propia película, Cándida, en 2006, basada en la historia de la asistenta de su familia, que ya puso por escrito en 1998. Porque también es escritor. En A cien millas de Manhattan (Aguilar, 2008) relató sus primeras experiencias en el pueblo de Nueva York donde reside ahora. Y hace un par de años se lanzó a escribir libros infantiles, entre los que destaca su serie sobre el detective Anizeto Calzeta, que seduce a los niños con su híbrido entre papel e interactividad vía tableta o smartphone. Ahora, esas historias se hacen carne y hueso con un musical en avanzado estado de producción. Los actores principales, el dibujante Víctor Monigote y el propio Fesser presentan este sábado, para abrir boca, un adelanto del proyecto en el Salón del Libro Infantil de Madrid.



Pregunta.- ¿Cómo surgió la idea de convertir los libros del detective Anizeto Calzeta en musical?

Respuesta.- Si le regalas un libro a un niño de 8 a 11 años, te dirá: "¿Pero yo qué he hecho?". Por eso, como el lenguaje que manejan los niños hoy es el audiovisual, hicimos un libro interactivo pionero que funciona a través de la aplicación Clic2C. Con la cámara del móvil capturas una ilustración del libro y te redirige a un vídeo, una canción, una adivinanza o un juego. Entonces como el libro ya incorporaba canciones y trucos de magia y cosas así, convertirlo en musical era el salto natural.



P.- ¿Cómo se le ocurrió empezar a escribir libros infantiles?

R.- Tengo tres hijos y cuando eran más pequeños les contaba a cada uno un cuento antes de dormir. Como han ido creciendo -es lo que tienen los niños- los he ido refundiendo para contárselos a otros niños.



P.- ¿Y en qué se inspiró para hacer la serie de Anizeto Calzeta?

R.- A este personaje también me lo inventé para contestar a las infinitas preguntas que me hacían mis hijos. Mi detective no descubre asesinatos ni robos, sino por qué la señora que vive en el quinto está sola o por qué al niño de enfrente le duele la espalda tanto cuando va al colegio.



P.- La niña que ayuda al detective va en silla de ruedas y en varios textos suyos alude a la percepción injusta que la sociedad tiene de los discapacitados. Se le ve muy concienciado con el asunto.

R.- Cuando estaba escribiendo esta serie me crucé con un tipo en silla de ruedas, Javier Romañac, que es un activista del tema. Me dijo: "A ti te conocen como Guillermo Fesser, el periodista. A mí, aunque soy ingeniero informático, me conocen como Javier el de la silla de ruedas". Lo que quiero transmitir en los libros es que el hecho de que Ruedas, la niña que ayuda a Anizeto, vaya en silla de ruedas es un fenómeno aleatorio, como tener un tío en Alcalá de Henares. Necesitamos un manual de instrucciones para tratar con la gente de la diversidad [no le gusta la palabra "discapacidad"]. Sin moralinas, en el trasfondo de mis historias hay casos prácticos que responden preguntas sobre cómo comportarnos en determinadas situaciones. Por ejemplo, si me encuentro con Fernando Trueba, ¿a qué ojo le miro? Pues al que está fijo. Si saludo a un tetrapléjico, ¿debo darle la mano o no? Él no te la puede dar, pero espera que tú se la cojas. Otra situación muy común es hablarle muy despacio a un ciego, como si fuera tonto. Este tipo de anécdotas y personajes van apareciendo en los libros, no para destacar sus debilidades sino para mostrar que el hecho de que son distintos pero no peores.



P.- Acaba de cumplir diez años la Fundación Gomaespuma, con la que organizan eventos culturales para recaudar fondos para escolarizar a niños de Nicaragua y Sri Lanka. ¿Cómo ha sido esta andadura?

R.- Ha cumplido diez años desde que se constituyó oficialmente, pero la creamos allá por el 96. Invertimos en proyectos de educación infantil porque es donde más podemos ayudar. Hay que educar a los que tienen necesidades para que ellos mismos puedan resolver sus problemas.



P.- Desde hace unos años reside en un pueblo de Nueva York. ¿Se va a quedar definitivamente allí?

R.- No lo sé. Vivo en Rhinebeck, el lugar de origen de mi mujer. Ella estuvo en España veintitantos años, ahora me toca a mí estar en su pueblo un rato. Gracias a Internet no es complicado hacer cosas a distancia para los que escribimos y hacemos otras cosas parecidas. Hago cosas con Juan Luis [Cano] de esta forma, pero además vengo con bastante frecuencia. En la España que tenemos ahora mismo, somos necesarios los que nos dedicamos a hacer que los demás lo pasen un poco mejor.



P.- Colabora en "La Brújula" de Onda Cero como corresponsal de la vida cotidiana de Estados Unidos. ¿Cómo es?

R.- Es muy interesante. La gran diferencia entre España y Estados Unidos es que aquí somos de ciudad y los fines de semana vamos al pueblo y allí es al revés. Viven muy pendientes de las estaciones, las cosechas... Es un país con muchos contrastes, muy moderna para unas cosas y muy tradicional y básica para otras.



P.- Si se queda allí, será difícil verles a Juan Luis Cano y a usted juntos como Gomaespuma de nuevo en la radio.

R.- Para proyectos largos sí es imposible, pero hacemos publicidad, proyectos de fin de semana e incluso podemos hacer proyectos de un par de meses. Las ganas no faltan, además hay que mantener los compromisos que tenemos con la fundación. El lunes 17, por ejemplo, tenemos otra gala de 'Comedia pa tós' para recaudar fondos.