Image: Carlos Álvarez escayolado durante el verano en las playas de Fuengirola

Image: Carlos Álvarez escayolado durante el verano en las playas de Fuengirola

El Cultural

Carlos Álvarez escayolado durante el verano en las playas de Fuengirola

El barítono vuelve a aunar literatura y música al debutar en Buenos Aires

20 julio, 2013 02:00

Con la llegada del estío, el verano de 1983 me trajo dos inolvidables momentos, literario-musical uno y, como consecuencia de mi actividad deportiva, accidentado el otro, aunque circunstancialmente relacionados ambos. A punto de cumplir 17 años, yo era un joven que compatibilizaba sus estudios de Bachillerato Unificado Polivalente con el benéfico ejercicio del atletismo, en la especialidad de lanzamiento de peso. Un incidente durante los entrenamientos de junio se tradujo en fractura de tobillo y la obligación de llevar una escayola durante todo el verano, o casi...

Veraneante en las playas de Fuengirola desde pequeño, tuve que echar mano de la lectura para aplacar el desencanto de lo negado, el baño, y ahí estuvieron Giovanni Boccaccio con su Decamerón y lo que en aquel tiempo se conocía como Radio 2, la cadena clásica, mitigando la espera y echando una mano a dos transiciones importantes: el joven se hacía adulto definitivamente y el atletismo dejaría paso a la continuación de mi mayor afición, posteriormente privilegiada profesión, el canto. Así, de repente… Ahora acabo de debutar con Otello de Verdi en el Teatro Colón de Buenos Aires. De nuevo, en este verano de 2013, se dan la mano, como el que no hace la cosa, literatura y música, esta vez, de repente, con buen pie...


En sus comienzos, Carlos Álvarez (Málaga, 1966) compatibilizó su formación en el Coro de la Ópera de Málaga con sus estudios en Medicina, que pronto tuvo que abandonar para dedicarse profesionalmente al canto. Al abrigo de Alfonso García Leoz y con el inestimable apoyo de Plácido Domingo, debutó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid en 1990 entre el reparto de La del manojo de rosas de Sorozábal. Llegó a rechazar un Rigoletto a instancias del mismísimo Riccardo Muti en La Scala de Milán por no sentirse lo suficientemente preparado. A pesar de lo cual hoy le conocen en Nueva York lo conocen como Carlos 'Rigoletto' Álvarez. En 2009 una lesión epitelial en una de sus cuerdas vocales le obligó a cancelar todos los compromisos de su agenda, incluido un reencuentro con Muti en el Metropolitan a propósito del Attila verdiano. Fue un momento de zozobra, en el que el barítono llegó a temer por su vuelta a los escenarios. Regresó en 2011 con un emotivo recital en el Teatro Arriaga de Bilbao y viene de triunfar en el Otello del Palau de les Arts de Valencia a las órdenes de Zubin Mehta.

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