Daniel Sánchez Arévalo. Foto: Javi Martínez

El director presenta 'La gran familia española', su cuarto largometraje en la que sigue ahondando en las rencillas familiares.

Daniel Sánchez Arévalo (Madrid, 1970) vuelve a las taquillas del cine con una nueva comedia titulada La gran familia española donde retrata las imperfecciones de las relaciones familiares. Pudiéndose extrapolar a cualquier linaje, la trama transcurre cuando los jóvenes de la casa están a punto de casarse el mismo día que la retransmisión de la final del Mundial que disputa la Selección española. Tras haber ganado tres Premios Goya con AzulOscuroCasiNegro, se adentró en la comedia como antídoto y pomada frente a las adversidades. Quien una vez dijo que “la madurez masculina se intensifica cuando hay una mujer en medio”, ha sido preseleccionado por este último filme a los Óscar en la categoría de película de habla no inglesa. Pregunta.- Estrena nueva película, La gran familia española, que trata sobre una boda que coincide con la final del mundial de España. ¿A qué tipo de espectador cree que llegará esta película? Respuesta.- Soy muy ambicioso y me gustaría que llegara a todo tipo de espectador. He hecho una comedia emocional, luminosa con una parte lúdica y divertida como lo era Primos, pero más emocional y adulta que creo puede enganchar y gustar a más gente. Hay que reivindicar la risa y la emoción. P.- Se retrata a una familia imperfecta, como todas imagino. ¿Se ha inspirado en algo en particular para recrear a los personajes? R.- En nadie en particular. Para mí es un canto a la familia imperfecta que en realidad lo son todas. En el momento en el que empiezas a arañar salen los elementos que no están bien colocados, las taras y los conflictos no resueltos, pero hay que aprender a vivir con ello. P.- Parece que en España está habiendo ahora un boom con la comedia, ¿cree que en tiempos de dramas y crisis lo mejor es hacer humor para evadirse? R.- Siempre he defendido el cine como arte de entretenimiento. En tiempos de crisis hay que valorar y tiene mucha importancia proporcionar cierto alivio, una especie de pomada para que las heridas duelan un poco menos. Si consigo que la gente salga algo mejor del cine de cuando han entrado yo me sentiré satisfecho. P.- ¿Se trata a la vez de una crítica a España? Es decir, una pareja de 18 años, ella embarazada, se va a casar y coincide con el partido de la final del mundial y para familia parece que lo segundo es más importante. ¿Podría entenderse que hace una crítica a esa España de pandereta y castañuelas que retratan siempre? R.- No pretendo hacer un retrato social de España ni de la familia española. Si se sacan lecturas bien, todo es premiable. Pero mi idea nunca fue una critica porque yo trato con mucho cariño a todos los personajes, les tengo cariño. P.- Antonio de la Torre aparece en todas sus películas. Al igual que Quim Gutiérrez y Raúl Arévalo aparecen en casi todas. ¿Se perfilan entre los mejores actores para usted? ¿Qué aportan a sus películas que otros no podrían dar? R.- Para mí ellos son familia, yo ya escribo pensando en ellos. Somos una compañía de repertorio, hacemos proyectos juntos. Son amigos íntimos con los que comparto mi vida. Pero si sigo trabajando con ellos, desde un punto de vista objetivo y profesional, es porque son los mejores, sino no continuaría haciéndolo. P.- Después de AzulOscuroCasiNegro vinieron Gordos y Primos, ahora vuelve con otra comedia y, además, preseleccionada para los Oscar. ¿Cómo se siente con esa mención? R.- Siempre muy agradecido. Es un regalo muy bonito y llega en el momento adecuado. Espero que la película genere curiosidad en la gente para que vaya al cine. Además, tener el respaldo de tus compañeros de profesión es bonito y necesario para saber que estás haciendo las cosas bien. P.- Hacer comedia resulta siempre más difícil que hacer drama. El humor puede ser algo muy personal. ¿Hay algún director o algún guión en particular que le inspire? R.- Mis referencias son bastante clásicas; Billy Wilder creo que es uno de los grandes maestros en combinar drama y comedia, pero ya desde Chaplin. Y actualmente a quien más admiro y quien mejor sintetiza ambos géneros es Alexander Payne, Entre copas y Los descendientes son películas increíbles. P.- ¿Qué expectativas tiene con la película? ¿Cree que podría ser un taquillazo? R.- Lo desearía fervientemente. La taquilla hoy en día está complicada, la gente ha abandonado las salas y ha cambiado la manera de consumir cine. Por lo que es difícil prever o hacer taquillazo, son diversos factores los que entran en juego. Hemos hecho todo lo posible para que la película llegue al espectador y para generar la confianza suficiente en que la gente va a disfrutar. Estamos necesitados de que las películas alcen el vuelo de nuevo. P.- ¿Qué proyectos de futuro tiene, otro largometraje? ¿Piensa volver a hacer otra película al estilo de AzulOscuroCasiNegro? R.- Tengo tres proyectos en mente pero aún no he decidido el camino. Llegará un momento en el que una de las tres se apodere de mí y sea el proyecta definitivo. Espero que sea en breve. Ahora me siento muy afortunado y si siento que puedo levantar algún proyecto, quiero hacerlo. Además, si puedo generar trabajo en la industria y en mi profesión mejor. Me gustaría hacer uso de eso y no sentarme y quedarme quieto. Espero estar en marcha de nuevo para el año que viene.