Image: Helena Pimenta

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El Cultural

Helena Pimenta

“La reflexión sobre la mentira es muy enriquecedora”

18 septiembre, 2013 02:00

Helena Pimenta estrena La verdad sospechosa en el teatro Pavón.

La directora salmantina presenta este miércoles en el Teatro Pavón el montaje de 'La verdad sospechosa' de Ruiz de Alarcón

La verdad sospechosa, obra escrita por Juan Ruiz de Alarcón entre 1618 y 1621, constituye uno de los creaciones más importantes del teatro del Siglo de Oro. El dramaturgo indiano, movido por corrientes moralizantes que emanaban de la corte, desarrolló una comedia de enredos en la que la mentira es la protagonista absoluta de la función. Helena Pimenta (Salamanca, 1955) se pone desde este miércoles al frente del montaje de esta obra en el Teatro Pavón y afronta con ilusión un nuevo año en la dirección de la Compañía Nacional de Teatro.

Preguna.- En un principio, ¿qué es lo que le atrajo de este texto de Ruiz de Alarcón?
Respuesta.- Me atrajo que es diferente a otras comedias de la época. El dramaturgo trataba de diferenciarse de los demás con esta obra y, esa búsqueda de identidad, le llevó a utilizar un lenguaje muy particular, con algo de ambos lados del atlántico. Para los actores es difícil de trabajar por las subordinadas, por la situación de los verbos al final de la frase... Por otro lado, es una comedia de enredo con mucha hondura. Temáticamente era muy interesante indagar en que significa la mentira y si es posible decir la verdad tanto entonces como ahora. En definitiva lo que me atrajo fue el reto que suponía enfrentarse a todos estos elementos dispuestos por Ruiz Alarcón.

P.- ¿Qué cree que ha aportado la versión de Garcia May al texto?
R.- Desde el principio hemos trabajado muy cerca para elaborar una propuesta muy compacta. Pusimos nuestra atención en los personajes y líneas principales de la trama mientras que el texto ha sido muy respetado, yo diría que tan solo hemos tocado en torno al 8 % y solo para clarificar. García May siempre realiza un buen trabajo de dramaturgia y otro de los cambios que introdujimos consistió en traspasar el momento de la obra al final del siglo XIX para salvar ciertas distancias.

P.- La intención de Ruiz de Alarcón era contribuir a la reforma de las costumbres de una sociedad habituada al lujo y a la frivolidad. ¿Cuáles son sus intenciones con este montaje?
R.- Estamos viviendo una situación muy difícil y, sin duda, gran parte de la culpa tiene que ver con nuestra responsabilidad. Ha habido un momento en que nos hemos acomodado y se ha producido una crisis de valores, dándose rienda suelta a la falsedad, la hipocresía... Pensamos que si todos lo hacen yo también estoy legitimado para hacerlo. Esta obra nos permite indagar en todo esto y principalmente en la mentira. La reflexión sobre la mentira es muy enriquecedora. El teatro debe proporcionar reflexión además de belleza y diversión.

P.- ¿Está la mentira tan arraigada en la sociedad actual como en la del dramaturgo?
R.- Sí. Como somos más población, las informaciones ruedan más y se transforman. Antes la mentira era una necesidad vital para evitar la humillación de clase o para buscarse la vida. Por ejemplo, las mujeres de aquella época estaban muy limitadas y construían una realidad de puertas para adentro y otra hacia fuera. Ahora no nos damos cuenta de que mentimos. No nos preocupa. Yo, trabajando la obra, he tenido crisis personales a este respecto (risas). Hay mentiras que son de supervivencia pero la mentira que es para sacar ventaja o por despecho es la que destruye y esta bastante generalizada desgraciadamente. Además la distancia entre el deseo de las personas y la realidad se hace cada vez más grande. Ya no podemos permitirnos coches, casa,... Esto nos lleva a mentirnos a nosotros mismos y a los demás. La mentira es un vicio que va unido a la libertad.

P.- ¿Establecería algún paralelismo entre el mentiroso Don García y algún personaje de actualidad?
R.- No. Don García se encuentra en una sociedad en la que todos están obligados a mentir. Las reglas sociales hacen que sea expulsado de su familia y por eso monta un mundo paralelo. Es una persona cínica e irascible pero muy imaginativa.

P.- En relación a su cargo de directora de la Compañía Nacional de Teatro, ¿cómo se presenta la nueva temporada?
R.- Hemos seguido ahondando en la apertura e intentamos que las propuestas creativas vengan desde muy distintos puntos de vista. Hemos aumentado el número de producciones gracias a colaboraciones con otras estructuras, no solo por necesidad económica, si no porque hay una idea común y muy profunda. Nos abrimos a otros creadores. Tenemos títulos del canon muy reconocidos por el publico y otros menos populares y continuará la mezcla de obras más trágicas con comedias. Aparte continuamos como mesas de debates, encuentros, formación... En todo lo que abarcamos vamos a seguir apretando.

P.- ¿Qué tal le está resultando la experiencia en la dirección de la Compañía Nacional de Teatro?
R.- Todavía me produce mucha ilusión. Fue durante un tiempo agotador, tanto física como psicológicamente, ya que soy muy apasionada y me importan tantos mis obras como las de los demás pero poco a poco he aprendido a delegar. Soy una persona muy afortunada por poder realizar esta gestión artística. Me siente muy agradecida a toda la gente que apoya y respeta lo que hacemos. Y creo que va a ser muy positivo para mi persona y para mi carrera.

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