Ana-Juan

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El Cultural

Ana Juan: "No me considero una ilustradora infantil"

24 marzo, 2014 01:00

Es la española que más veces ha ilustrado la portada de The New Yorker. Fue premio Nacional de Ilustración en 2010. Toda una colección de novelas de Isabel Allende lleva sus dibujos en la portada. Ha expuesto en salas de medio mundo. Ha ilustrado obras inolvidables, como Wakefield, de Nathaniel Hawtorne, y ha maravillado a miles de niños con sus interpretaciones de mitos infantiles como Blancanieves o La Bella Durmiente. Ana Juan (Valencia, 1961) atiende a El Cultural poco antes de partir a Bolonia, en cuya Feria del Libro para niños participará la próxima semana gracias al proyecto de movilidad de PICE (Programa para la Internacionalización de la Cultura Española), de Acción Cultural Española (AC/E), y a la editorial Inter Logos.

Pregunta.- Ilustradora, escultora, pintora... ¿Qué es exactamente Ana Juan?
Respuesta.- Soy una ilustradora que no renuncia a realizar todo aquello que le motiva solo por el hecho de que no entre dentro de lo previsible.

P.- De Madriz y otras publicaciones más locales a The New Yorker, ¿cómo recuerda aquel salto?
R.- Pues la verdad es que no fue buscado. Me llamaron, hice algunos bocetos que no llegaron a nada, más tarde volvimos a intentarlo y, esa vez sí, el intento llegó, por suerte, a buen término. Hace ya muchos años desde aquella primera portada y a día de hoy sigo colaborando con ellos habitualmente.

P.- ¿Cuál es la situación de los ilustradores en el extranjero? ¿Cree que aquí, en España, se valora menos el arte de la ilustración?
R.- Simplemente, un ilustrador está más protegido y valorado fuera, en el extranjero. En España tienen que seguir peleando por sus derechos y, desgraciadamente, cobran mucho menos dinero.

P.- Ha ilustrado numerosas publicaciones literarias y libros. ¿Qué relación tiene su obra artística con la literatura?
R.- Si tengo que ilustrar un texto literario estoy al servicio de ese texto, aunque no lo ilustre fielmente. El texto y la imagen deben de acompañarse mutuamente para que de esa asociación el lector obtenga una percepción más completa de la obra. Al margen del interés que pueda despertarme un autor en concreto -como Isabel Allende, de la que he ilustrado varias portadas-, cuando tengo que hacer una portada procuro hacer una inmersión en el libro y que la imagen refleje el espíritu de este.

P.- En ese sentido ilustrar sería algo así como traducir una obra, que es el modo más profundo de conocer a un autor.
R.- Lo que yo hago es, primero, leer el texto por placer, luego paso a estudiarlo, luego lo disecciono, más tarde procuro olvidarlo y no verme condicionado por él y de esta forma, por fin, consigo ilustrar tan solo la esencia del texto.

P.- ¿Y prefiere trabajar sobre un texto o a partir de su imaginación?
R.-
Ambas formas tienen un aliciente, no podría elegir. Hay textos inspiradores y ocasiones en las que tu imaginación te lleva lejos; pero esto último no se puede considerar como una ilustración: es otra cosa.

P.- ¿Ilustraría Alicia en el País de las Maravillas después de la versión de Tim Burton?
R.- Y... ¿por qué no? La versión cinematográfica de Burton me pareció bastante falta de interés y vacía del espíritu de la obra. Tim Burton es un director muy mediático, que además se ha convertido en un referente fácil a la hora de compararlo con mi trabajo. Personalmente no creo que tengamos el mismo estilo; él, además, le debe mucho a Edward Gorey. Quizás simplemente a los dos nos guste contar pequeñas historias.

Uno de los dibujos de Ana Juan

P.- Su mundo, con ese universo onírico, ha casado muy bien con el imaginario infantil. ¿Cómo logra cambiar la mirada, si es que lo hace, a la hora ilustrar un libro para niños?
R.- La mirada siempre es la misma solo que adaptada a otro formato. He ilustrado algunos libros infantiles pero no me siento a gusto en este campo, no me considero una ilustradora infantil.

P.- ¿Fue el Premio Nacional de Ilustración el éxito más importante de su carrera?
R.- No, claro que no. Hay pequeños grandes logros que no cuentan ni salen en la prensa, pero que son mucho más gratificantes. El gran éxito de mi carrera, mi mejor premio es, sin duda, poder seguir trabajando en lo que quiero y disfrutar a la vez con ello.

P.- ¿Con cuál de sus muchos trabajos se quedaría (si tuviera que quedarse con uno solo?
R.- Todos tienen su momento y todos han sido y son importantes en mi trayectoria. Si tuviese que elegir un libro quizás sería Snowhite, por lo que me aportó personalmente, ya que, además de ser mi primer libro como autora, me permitió abrir una puerta en cuanto a experimentación de nuevas técnicas.

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