David Ottone.
Hablamos con el director de la compañía Yllana, artífice del renacimiento del cabaret en Madrid, que acaba de estrenar A Marte Cabaret en el Teatro Rialto.
Pregunta.- ¿Han encontrado un filón con este resurgimiento del cabaret que propiciasteis con The Hole?
Respuesta.- Creo que sí. No sólo es un show divertido, provocador y elegante, sino que además te permite tomar cenar y tomar unas copas al mismo tiempo, una posibilidad que antes no había en Madrid. Tanto los empresarios de teatro como el público lo ven muy interesante. El cabaret es un género muy relacionado con las épocas de crisis. La gente quiere divertirse y olvidar los problemas.
P.- ¿Cómo se les ocurrió enfocar el espectáculo hacia la estética espacial retrofuturista?
R.- Buscábamos ideas para un gran espectáculo y en Yllana somos fans del cine de serie B, de películas como Barbarella (1968) o Flesh Gordon (1974) y su tratamiento del erotismo. Ese es uno de los pilares de nuestro espectáculo, que está dirigido a un público adulto, con desnudos integrales masculinos y femeninos. Plásticamente, el montaje es muy atractivo. Tenemos en el decorado un robot de 8 metros que recuerda a Metrópolis de Fritz Lang o a la Afrodita de Mazinger Z.
El elenco de A Marte Cabaret posando para un selfie grupal.
P.- ¿Cuáles son los puntos fuertes de A Marte Cabaret?R.- El humor, la diversión y la transgresión. La mayor diferencia con The Hole es que aquí introducimos más la comedia musical, se canta más, y técnicamente es mucho más sofisticado. Es una sucesión de un montón de ideas muy diferentes entre sí con unos personajes muy divertidos.
P.- ¿Cómo se dirige un espectáculo tan ecléctico como este?
R.- Con mucha paciencia, poniendo todas las piezas juntas. Lo interesante es, precisamente, que las disciplinas sean tan diferentes entre sí.
P.- ¿Cuál es el secreto del éxito de Yllana, que lleva dos décadas en el candelero?
R.- Trabajamos duro y tenemos una manera muy peculiar de entender el teatro que llega muy bien al público. Hemos tenido la suerte de que esto sea así desde que empezamos hace 23 años.
P.- Antes se dedicaban exclusivamente al teatro gestual, pero en los últimos años se han abierto al musical, el cabaret, la gestión de teatros y la organización de eventos. ¿Cómo valora esta nueva etapa de diversificación?
R.- Empezamos con el teatro sin palabras, que es un arte ancestral y queremos seguir manteniendo esa línea porque es nuestro sello, es lo que nos ha permitido viajar y conocer mundo, porque es un género en el que no existen las barreras idiomáticas. La diversificación comenzó cuando hace algunos años empezamos a recibir ofertas de instituciones para dirigir galas. Nuestro arte consiste en saber entretener, en provocar risas sin pausa durante dos horas. Luego empezamos a hacer también musicales, como Hoy no me puedo levantar, y a recibir galardones por ello. Nos gusta colaborar con otras compañías y artistas, como el violinista Ara Malikian, con quien hacemos uno de nuestros últimos espectáculos.
P.- Aunque parezca pronto para pensar en eso, ¿planean hacer gira con A Marte Cabaret cuando acabe su estancia en la Gran Vía, como hicieron con The Hole?
R.- En principio no, porque este espectáculo tiene una escenografía mucho más compleja que la de The Hole. Queremos que con A Marte Cabaret el Rialto se convierta en un espacio permanente de cabaret en Madrid.