Jorge Pardo. Foto: Larisa López

El músico actúa este jueves en Festival de Jazz de Madrid

Jorge Pardo acaba de llegar de París donde, en compañía de Pepe Habichuela, ha actuado en la sede de la ONU para conmemorar el cuarto aniversario de la consagración del flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Casi sin tiempo para aclimatarse, esta noche actúa el Centro Cultural Conde Duque en el Festival de Jazz de Madrid donde presentará Huellas, un disco con el que lleva rodando dos años y que todavia, según él, tiene cuerda para rato. En esta ocasión, contará con un invitado especial, el acordeonista Joao Frade.

Pregunta.- ¿Qué tal la actuación en París?
Respuesta.- Ha sido emocionante actuar en ese escenario mítico del teatro de la Unesco donde han tenido lugar tantas ceremonias que hemos visto en la televisión o incluso en el cine. Pero hemos ido allí a hacer nuestro arte como vamos a cualquier otro lugar.

P.- Este concierto ha provocado que se reúna por primera vez con Pepe Habichuela...
R.- Pepe y yo nos conocíamos desde hace mucho tiempo y hemos compartido a lo largo de los años diferentes situaciones pero nunca habíamos hecho un proyecto juntos. La mecha ha sido precisamente esta invitación en la Unesco para llevar a París un grupo flamenco. A partir de ahí te pones a probar cosas y al final sale algo bonito que puede ser un proyecto que incluso podamos llevar a otros lugares.

P.- ¿Cuál ha sido la idea sobre la que han construido Flamenco Universal?
R.- Partimos de la guitarra de Pepe que tiene el sabor, el color y los aromas del flamenco... Simplemente oírle tocar los acordes como él lo hace es como seguir el curso del flamenco de los últimos 50 ó 60 años. Te lleva inequívocamente a ese terreno... Yo navego en un terreno más ecléctico aunque el flamenco también es mi casa. Por eso, es un espectáculo con tintes no del todo ortodoxos.

P.- ¿Qué supone esta distinción de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad para el mundo del flamenco?
R.- Fuera de España podría ser más efectiva y podría ayudar más a que el flamenco llegue a rincones del mundo donde no lo conocen o solo lo conocen de manera circunstancial. Al final ha servido más para el consumo interno en España. Muchas organizaciones oficiales, pseudo-oficiales o culturales todavía ven el flamenco como una música de segunda categoría respecto al jazz, la música clásica u otros estilos. En algunos sectores, al margen del grueso de la población, sigue siendo una música popular de segunda categoría.

P.- Francia se esta convirtiendo en un país talismán para usted, no solo por esta invitación. Hace dos años le dieron el Premio al Mejor Músico Europeo de Jazz...
R.- Es curioso porque en realidad no voy mucho a Francia. Allí no tengo ni un agente que me busque conciertos ni compañía de discos ni nada de eso. Mi presencia es circunstancial pero estoy muy agradecido y solo me queda aplaudirles.

P.- ¿Tienes la sensación de que allí la cultura recibe un trato diferente por parte de las instituciones?
R.- Es mas que una sensación, es una realidad. Hay que reconocer que Francia cuida su cultura e incluso va más allá. Se preocupa de que sus ciudadanos estén bien informados de la cultura de otros sitios. En este sentido es un ejemplo a seguir.

P.- Este jueves actúa en el Festival de Jazz de la capital. ¿Qué ha preparado para la cita?
R.- Llevamos el cuarteto habitual que formamos hace un par de año para interpretar el repertorio de Huellas: Josemi Carmona a la guitarra, Pablo Baeza al bajo, el Bandolero a la percusión y yo mismo. Pero en esta ocasión tenemos un gran invitado y muy buen amigo, el virtuoso arcordeonista portugués Joao Pinto. Esperamos presentar a este gran músico al público madrileño dentro de nuestro espectáculo.

P.- ¿En que punto está el directo de Huellas?
R.- Huellas no muere porque tiene un repertorio muy vivo y muy extenso. Calculo que va a seguir dando guerra durante mucho tiempo.

P.- ¿Le parece que Madrid es un lugar donde el aficionado de jazz puede satisfacer sus necesidades?
R.- Hay muchas propuestas en la noche madrileña. Algunas de mucha calidad, otras de mucho riesgo, unas más veteranas, otras más noveles... Ningún aficionado al jazz se puede aburrir. El problema es que para cualquier persona muy aficionada al jazz nada es suficiente. Está claro que podría haber más y para eso luchamos el colectivo de músicos, para seguir tocando independientemente de las condiciones que tengamos.

P.- Por el Festival de Jazz de Madrid pasarán grandes músicos como John Scofield o Randy Wenston...
R.- No sé que va a hacer John Scodfield pero es un pianista contrastado y quien vaya a verlo seguro que no se va a aburrir. Por otro lado, me parece que uno de los puntos cumbres del festival va a ser el homenaje a Javier de Cambra en el que vamos a participar con Randy Wenton, Javier Colina... Creo que va a ser flipante, sobre todo por el motivo de la reunión, tengo muchas ganas.

P.- Podemos verle en el cine en el documental Paco de Lucia (La búsqueda) de Curro Sánchez. ¿Qué le parece el homenaje?
R.- Paco ha sido un genio de la guitarra, del flamenco y de la música contemporánea mundial pero también era un humano como todos nosotros y ha tenido su tiempo en este planeta. Ha dejado su pasión por la música y su manera de afrontarla para mi generación y para generaciones posteriores. Es un grandísimo legado. Pero aquí nadie se queda para siempre y la música continua. El documental es un bonito trabajo de recopilación de palabras e ideas para que el público pueda ver reflejada la personalidad de Paco. Curro ha hecho un fantástico trabajo.

P.- ¿Qué opinión le merece el rechazo del Premio Nacional de Música por parte de Jordi Savall?
R.- Me parece genial. Muy congruente si piensa de esa manera y la verdad es que tiene todas las razones del mundo para pensar así. Es valiente su decisión aunque si hubiera recogido el premio tampoco nadie se lo hubiera recriminado. Es un toque de atención a todo el colectivo de artistas que vivimos en este país.