María Blasco. Ilustración: Luis Parejo
Encabeza la primera generación de científicos españoles que ha exportado investigación. María Blasco (Alicante, 1965), una autoridad mundial en los mecanismos del envejecimiento, dirige el CNIO contra viento y marea.
- La segunda parte de los Diarios de Susan Sontag y varios de sus ensayos.
-¿Qué libro abandonó por imposible?
- Ulises, de James Joyce. Me aburría. Después leí en los Diarios de Virginia Wolf que a ella le pasó algo parecido cuando consideró el manuscrito para ser publicado en su editorial, la Hogarth Press.
-¿Con qué escritor, científico o artista le gustaría tomar un café mañana?
- Marie Curie, la única persona que ha ganado dos veces el Premio Nobel por disciplinas científicas.
-¿Cuántas veces va al teatro al año?
Unas dos. Sobre todo al microteatro.
-Alguna obra que la dejara clavada en la butaca...
-Más que teatro ha sido Opera, Cosí fan tutte, de Haneke en el Teatro Real.
-Cuéntenos la experiencia cultural/científica que le cambió su manera de ver la vida
- Mi estancia postdoctoral en Estados Unidos. Para mí fue una de las mayores y más importantes lecciones de vida.
-¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
-El arte contemporáneo da respuestas a las grandes preguntas de la humanidad, al igual que la ciencia.
-¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza por favor de crítica, en dos o tres líneas...
-La de Richard Hamilton en el Reina Sofía. Sorprendente de principio a fin. Descubrí a un intelectual del arte, a un científico del arte.
-¿De qué artista le gustaría tener una obra en su casa?
-De Oteiza, pocos artistas me emocionan como él.
-¿Qué música escucha? ¿Es de ipod o de vinilo?
-Todos los días descubro los podcasts de Siglo 21, en Radio 3.
-¿Es usted de las que recela del cine español?
-El cine no tiene nación, como la ciencia. Hay buen cine y mal cine.
-¿Cuál es la película que más veces ha visto?
-Varias de Lars von Trier y de David Lynch.
-¿Le gusta España? Dénos sus razones
-España tiene cosas muy buenas, como un entorno rico en relaciones personales y familiares, pero también hay mucho que mejorar en su nivel de desarrollo social.
-Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
-Entender que la cultura no es un lujo.
-¿La mejor marca España?
- Los ciudadanos. Su riqueza lingüística y cultural.
-¿Se imagina haciendo otra cosa distinta que no sea la que hace en estos momentos?
--Procuro tener tiempo para hacer todo lo que me gusta, no echo nada en falta aunque me gustaría tener más tiempo para investigar y pensar.
-¿Investigar en España conduce inevitablemente a la frustración?
-La frustración en la ciencia es tener ideas muy buenas y la calidad suficiente para llevarlas a cabo, pero no tener los recursos o los apoyos institucionales suficientes. La frustración es ver que colegas de países vecinos que no son mejores que nosotros tienen muchos más apoyos y más dinero.
-¿Qué le ha costado más, entender los telómeros o gestionar el CNIO?
-Dirigir el CNIO en medio de una crisis económica como la que estamos sufriendo ha sido un reto. Investigar los telómeros es mi vida científica, y es la mejor vida que puedo imaginar.
-Un mensaje para la actual diáspora de investigadores españoles y otro para los políticos.
-Que la ciencia es internacional. No hay que frenar. No merece la pena "quemarse". Hay que seguir siempre hacia delante, en nuestro país o donde sea, que se valore el trabajo de los científicos. El mensaje para los políticos: da una gran pena ver que todo lo que este país ha invertido en formar a los mejores investigadores termine siendo una inversión a largo plazo en otros países que son nuestros competidores, como Alemania o EEUU, y que perdamos la capacidad de que los mejores vengan a España a desarrollar sus grupos de investigación.