Image: Juana de Aizpuru

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El Cultural

Juana de Aizpuru

"En el mundo del arte hay más fobias que filias"

27 febrero, 2015 01:00

Juana de Aizpuru. Ilustración: Luis Parejo

Dice que no piensa jubilarse, que hay Juana de Aizpuru (Valladolid, 1933) para rato. O Juana de ARCO, que por algo se inventó la feria. De eso hace ya más de 30 años, aunque ella sigue tan vital como siempre.

¿Qué libro tiene entre manos?
Y de repente, Teresa, de Jesús Sánchez Adalid, un libro apasionante sobre Teresa de Jesús. Siempre he admirado a esta mujer excepcional, y dado que este año se cumple el 500 aniversario de su nacimiento, en junio le voy a dedicar una exposición en la galería.

¿Qué libro abandonó por imposible?
Más que abandonar, se puede decir que empiezo libros a sabiendas de que no voy a poder terminarlos todos.

¿Con qué artista le gustaría tomar un café mañana?
Con Rogelio López Cuenca porque mi cariño por él es enorme y, además, aprendo muchas cosas a su lado.

¿Recuerda el primer libro que leyó en su vida?
Quiero recordar que de pequeña tenía como libro de cabecera Los tres cerditos, me gustaba mucho su historia y también los dibujos, sobre todo su hocico y su rabito enroscado.

¿Y qué película fue la primera?
La primera experiencia que recuerdo es una película de El Gordo y El Flaco, de Stan Laurel y Oliver Hardy. Iban en un coche y pasaba de todo.

¿Cuántas veces va al teatro al año?
No las cuento, aunque no voy tanto como quisiera. Eso sí, prefiero ir a ver un ballet o a escuchar una ópera o un concierto. Adoro el ballet hasta tal punto que al final termino cansada pues he estado bailando con los artistas durante toda la representación.

Cuéntenos una experiencia cultural que le cambió la vida.
Por supuesto, la apertura de mi galería y mi dedicación plena a ella y a los artistas que represento. Hizo que cambiara por completo mi escala de valores y que me enfrentase a la vida con otro talante.

¿Cuántas filias y fobias hay entre galeristas?
Las hay, sí, como en los otros sectores, pero creo que en nuestro mundo hay más fobias que filias.

¿Quién manda hoy en el mundo del arte?
Sin duda, los coleccionistas.

¿Le gusta que la llamen Juana de ARCO o ya cansa?
No, no me cansa, todavía me gusta.

Recordando aquel ARCO de 1982, cuando la feria se abrió al mundo, ¿qué echa de menos hoy?
Al alcalde Tierno Galván, hombre excepcional que creyó en mí y que comprendió que yo, con mi feria, podía ayudarle a conseguir ese Madrid cosmopolita y moderno que él quería.

¿Ha cambiado mucho el arte desde entonces?
El cambio es tremendo. Entonces había más romanticismo, más trabajo por amor al arte, y ahora lo que domina es el mercado, sobre todo el promovido por las subastas, con precios que se miden en millones de dólares y que van dedicados a unos coleccionistas nuevos, prepotentes, riquísimos, que han contactado con el arte contemporáneo recientemente y que usan su poder mediático para dar una imagen cultivada, moderna y poderosa de ellos mismos y de sus países.

¿Es bueno todo el arte que reluce en ARCO?
Ni mucho menos. Como en casi todas las ferias, hay un porcentaje muy elevado de obras bastante mediocres.

¿Qué música está escuchando? ¿Es de iPod o de vinilo?
Soy muchísimo más aficionada a los vinilos.

¿Es usted de los que recela del cine español?
En absoluto, aunque le pediría que caminara más seguro de sí mismo, con más valentía, con más riesgo, escalando nuevas cotas, aspirando a todo... Y menos boina y más pamela.

Alguna obra de teatro que le dejara clavada en la butaca...
La anarquista de David Mamet, interpretada por Magui Mira y Ana Wagener, en el Teatro Español, hace dos años.

¿Cuál es la película que más veces ha visto?
Casablanca, Lo que el viento se llevó, El Padrino (la saga completa), El Apartamento, Gilda...

¿Qué libro debe leer urgentemente el presidente del Gobierno?
Creo que es inútil recomendarle alguno, porque seguro que no tiene tiempo para leer.

¿Le gusta España? Denos sus razones.
España me encanta. Su historia me resulta fascinante, con unos personajes de novela. La arquitectura histórica y los monumentos, emocionantes (si ellos hablaran...), las tradiciones cargadas de historia... todo me gusta.

Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Apostar más por las humanidades, el pensamiento y la reflexión, que por tanta tecnología que remite a la soledad.