Image: Rosa Torres-Pardo

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El Cultural

Rosa Torres-Pardo

"Si persisten los recortes, puede que las orquestas desaparezcan"

12 junio, 2015 02:00

Rosa Torres-Pardo. Ilustración: Luis Parejo

En julio la veremos inmersa en el frenesí de Borderline, la batucada de Ricardo Llorca. La elegante pianística de Torres-Pardo (Madrid, 1960) arriesga para llegar al público joven.

¿Qué libro tiene entre manos?
El Horizonte, de Patrick Modiano.

¿Algún libro lo abandonó por imposible?
Sí, algunos, lo confieso.

¿Hubo un concierto/un director/un compositor determinante en su decisión de dedicarse a la música?
Todavía recuerdo el escalofrío que sentí al escuchar Montescos y Capuletos de Romeo y Julieta de Prokovief o a André Watts tocando el primer concierto de Listz bajo la batuta de Bernstein, o aquella música de Granados que mi madre me transmitió a través de la danza...

¿Con qué histórico pianista le gustaría tomarse un café?
Puestos a soñar, con Isaac Albéniz, que además de genial compositor y pianista debía de ser todo un personaje, por lo que he leído sobre él.

¿Qué le preguntaría?
Si me dejaría quitarle unas cuantas notas a su Iberia (jajaja, son tantas que total por unas pocas...).

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Entiendo y me emociono con el arte de manera diferente que con la música, cuyos códigos son bien distintos.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en su casa?
De Henry Matisse.

¿Cuántas veces va al teatro al año? ¿Hay alguna obra que últimamente le haya gustado?
El largo viaje del día hacia la noche de Eugene O'Neil por Mario Gas y Vicky Peña que se hizo en el Teatro Marquina hace unos meses. No sé cuantas veces voy al año.

¿Qué receta extendería para que los jóvenes se sumen a la música clásica?
Sería estupendo que desde niños escucharan algo de música en casa, estupendo que en la televisión se retransmitieran -aunque fueran cortos- programas musicales de modo que sin darse cuenta, la música clásica se viviera con algo más de cercanía y naturalidad.

¿Cómo se integra su piano en mitad del jaleo festivo de una batucada?
Sin buscarlo, esta batucada Borderline de Ricardo Llorca nos acercará sin duda a los jóvenes. Es una obra inspirada en las protestas populares del 15-M en Madrid, las de Wall Street o las de la plaza Tahrir en El Cairo.

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
Cada día menos. Ni las mejores críticas sobre una aciertan. Personalmente prefiero la crónica a la crítica. Suelo valorarlas desde el lado positivo y constructivo de las personas a las que pido consejo. Después está la autocrítica, que puede ser la peor… aunque lo que sirve de verdad es trabajar en cosas que a una le gustan al lado de personas a las que admira y trabajar mucho, casi con obsesión.

¿Qué música escucha en casa, aparte de clásica?
Grandes damas del jazz como Sarah Vaughan, Carmen Macrae, Ella Fitzgerald, Nina Simone... La música de cabaret como la de Kurt Weill, o la italiana con Mina, Ornella Vanoni o Lucio Dalla.

¿Están los recortes desafinando las orquestas españolas?
Si persisten los recortes, incluso puede que las orquestas desaparezcan. Sería una pena después del esfuerzo que se hizo en España fichando a tantos buenos músicos -gran parte vinieron de otros países de Europa- que contribuyeron a elevar el nivel artístico de nuestros jóvenes instrumentistas. ¡Confiemos en que no sea así!

¿Es usted de las que recelan del cine español?
Creo que nuestro cine no da ningún motivo para provocar recelo, al contrario, confío en su calidad y creo que debemos apoyarlo. Es la única manera.

¿Cuál es la película que más veces ha visto?
De las clásicas, Eva al desnudo de Joseph L. Mankiewicz. Me encanta la historia, sus personajes y ese reparto maravilloso con Bette Davis, Anne Baxter, George Sanders. Del cine moderno, Cadena perpetua con Tim Robbins y Morgan Freeman.

Denos una idea para mejorar nuestra situación cultural.
Promocionar en la educación la música, la lectura, el arte y las humanidades. Más que dar una idea, se trata de una manera de pensar en la cultura como mejor inversión de un país, como si fuera su industria, su turismo o su salud y su alimento espiritual. Estoy convencida de que España ganaría mucho en prestigio y respeto frente al mundo.