Vistas al Bósforo en la ciudad turca, recreada en multitud de ocasiones por Orhan Pamuk

Son viajes ideales, viajes soñados, pero esta vez desde la ficción. Porque viajar es también un placer cuando se hace desde las páginas de un libro, la imagen sugerente de un cuadro, una fotografía, desde la butaca de un cine. Y así, nos vamos al Nueva York de Paul Auster, al Sáhara de El paciente inglés, al Cape Cod de Edward Hopper...

Son muchas las ciudades que ocupan un lugar protagonista en la literatura. Todas ellas tienen una personalidad propia en la ficción, pero ninguna como Estambul, tan bien retratada y examinada en profundidad en la obra de Orhan Pamuk desde su primer título Cevdet Bey e hijos (1982) escrito en la juventud del autor. Después seguiría apareciendo en El libro negro (1990) hasta alcanzar un protagonismo total en su Estambul, ciudad y recuerdos (2005), lo que vuelve a suceder en su reciente novela Una sensación extraña. La personalidad de la ciudad, su propia respiración, su historia y su corazón partido se entrelazan irremediablemente con la vida del propio autor y de su familia.



Desde mi primera visita a Estambul al principio de los ochenta, me enamoré de esa incomparable ciudad que vive con los pies bañados en el Bósforo, ese estrecho que separa Oriente y Occidente. Sus calles, sus barrios, sus mercados, sus mezquitas, sus castillos otomanos, sus gentes, sus costumbres... En suma, su alma. Sin embargo, no alcancé a comprender la complejidad de Estambul, ni a sentir su peculiar latido, hasta que comencé a leer la magistral obra de Pamuk que tantas claves me regaló para descifrar el misterio de tan fascinante ciudad. Cinco viajes más me permitieron profundizar en sus encantos y en sus vergüenzas. Hoy me doy cuenta de que, a pesar de los difíciles momentos que la ciudad atraviesa, no tengo más remedio que volver a Estambul. Me urge sentir de nuevo esa "sensación extraña" que al evocarla me conmueve.

Milagros del Corral (Madrid, 1945) fue Directora General de la Biblioteca Nacional de España hasta su dimisión en 2010 "en disconformidad con la decisión gubernamental de devaluar el rango administrativo de la BNE". Creó la Biblioteca de la Facultad de Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid, es Subdirectora General de Bibliotecas en el Ministerio de Cultura y Secretaria General del Gremio de Editores de Madrid y de la Federación de Gremios de Editores de España. Además, es Subdirectora General Adjunta para la Cultura de la UNESCO en París. En 1980 fue condecorada por S.M. el Rey Juan Carlos I de España como Comendadora de la Orden del Mérito Civil (primera mujer en ese rango de la Orden). Autora de Último otoño en París (Planeta, 2013) y Mi infierno eres tú (Bubok, 2015).