La Costa Amalfitana, un paraíso en Italia suspendido en el tiempo

Son viajes ideales, viajes soñados, pero esta vez desde la ficción. Porque viajar es también un placer cuando se hace desde las páginas de un libro, la imagen sugerente de un cuadro, una fotografía, desde la butaca de un cine. Y así, nos vamos al Nueva York de Paul Auster, al Sáhara de El paciente inglés, al Cape Cod de Edward Hopper...

Un descapotable, acantilados, canciones italianas de los sesenta, la memoria me ha llevado a la costa Amalfitana en muchas ocasiones y sin embargo no he estado nunca. Esos hotelitos colgados de las rocas, las piscinas que se unen con el horizonte marino, las calas privadas del Tirreno, los pueblecitos y por supuesto las ruinas de Pompeya, la magia de un tiempo pasado que se durmió intacto: Un tiempo de cocinas, vida mediterránea, niños, perros, especias, calles y burdeles. Un tiempo de casas con frescos en rojos encendidos... Esas ruinas que me parecen metáfora tan moderna de nuestro tiempo. Amo Italia, era el destino favorito de Dunia, conocimos bien Roma, Venecia, Turín y hasta Napolés, tan cerca ya de la zona de la que hablo. Vivimos en Italia momentos únicos para nuestra vida y nuestro trabajo. No solo su historia más antigua aún en sus calles o la del floreciente Renacimiento sino también la Italia del gran cine, La Dolce Vita, El gatopardo y hasta el retrato americano y estilizado de esa Roma tan romántica con Audrie. Tanto vivido allí y curiosamente nunca recalé en la Costa Amalfitana, donde he imaginado ya tanto que no ha sucedido, esa nostalgia ante lo que no ocurre. Siento siempre que me espera ese viaje que brillará adherido a un momento de mi vida, a una aún improbable experiencia que sé que tendré.

La trayectoria cinematográfica de Félix Sabroso (Las Palmas, 1968) no puede entenderse sin la eterna presencia de su esposa, Dunia Ayaso, fallecida en 2014. Juntos dirigieron títulos de éxito como Perdona, bonita, pero Lucas me quería a mí o Los años desnudos. Clasificada S. Tras su formación para el medio audiovisual en Canarias, Madrid y Nueva York, comienzan en Madrid su andadura profesional como guionistas de diferentes programas de televisión, y en 1994 escriben, dirigen y producen su primer largometraje independiente, Fea. En 2015, el cineasta publica su primera novela: En la piscina vacía.