Hay una marca de lujo con la que los amantes del cómic estamos en deuda: Louis Vuitton. Desde hace algún tiempo la empresa responsable del legendario baúl Stokowski publica "Travel Books", una experiencia en formato papel que proporciona al lector la posibilidad de realizar un viaje real, o quizá virtual, a las ciudades seleccionadas para esta colección. Oculta tras la sencillez de un cuaderno de dibujos surge una visión contemporánea de la visita a lugares memorables del imaginario colectivo, un discurso mitad visual, mitad narrativo que implica a personas, arquitectura, gentes y, por qué no, a esa luz especial singular y única, que define a cada esquina del mundo. Pero eso solo lo saben los que ya hayan estado allí.
Autores de renombre como el consagrado Lorenzo Mattotti y su colorida interpretación de Vietnam, o el joven Brecht Evens con su luminosa visión de París, se integran con sus creaciones en este recorrido peculiar por esos rincones que algún día todos asumimos visitar. Sin embargo, tan estimulante propuesta no está al alcance de todos.
Por fortuna, Ponent Mon asume la responsabilidad de dar continuidad a su labor editorial sobre el maestro Jiro Taniguchi (1947-2017) poniendo encima de los estantes uno de los títulos más señalados del “Travel Books” de Louis Vuitton: Venecia.
En este cómic, de formato apaisado e ilustraciones cautivadoras, el genio japonés plantea un relato construido sobre la memoria del protagonista que desde La Serenísima, rememora algunos de los momentos clave de su historia personal, escarbando en la figura de su abuelo y la primera infancia de su madre. De esta forma, la trama se va deteniendo en canales, pasajes e iglesias para mostrarnos con las acuarelas precisas y vitales de Taniguchi algunos de los recovecos de una ciudad inolvidable, orgullosa de su pasado, que se abre al presente para compartir sus tesoros con aquel que esté dispuesto a dejarse llevar por la magia de un lugar donde el tiempo no existe. O, por qué no, con el lector curioso que abra las páginas de este cómic disfrazado de cuaderno de viajes, que pone a Venecia en el centro de una historia sencilla y emotiva, que invita a dejar volar la imaginación para llevarnos a una isla con forma de pez.