¿Qué libro tiene entre manos?
Ahora estoy con dos libros de Thich Nhat Hanh, maestro vietnamita: El verdadero amor y El camino que lleva a la alegría.
¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Más que por imposible, recuerdo un libro que al principio me impactó mucho, Inteligencia emocional, de Daniel Goleman, pero que luego no pude terminar.
¿Con qué personaje tomaría un café mañana?
Con Maria Callas.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
No es el primero que leí pero sí el primero que me dejó una huella importante: Las desventuras del joven Werther, de Goethe.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Básicamente en papel y por la noche.
Cuéntenos la experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
Formar parte del Teatre Lliure con 19 años.
¿Vuelve de nuevo a Terra Baixa? ¿Por qué?
Para mí es un texto de carretera. Lo hice por primera vez con 17 años en teatro amateur y tanto la obra como el personaje me han acompañado en todo mi recorrido profesional y personal. Es un canto al amor y a la vida.
¿Qué nos cuenta Ángel Guimerá en estos momentos?
Guimerá es un trozo de Shakespeare en la literatura teatral catalana. Es material vivo.
¿Dónde se siente mejor un todoterreno de la interpretación como usted, en el teatro, el cine o la televisión?
Depende siempre del personaje y del proyecto. Pero yo vengo del teatro y es quizá el medio en el que me desenvuelvo mejor.
¿Qué película reciente le ha impactado?
La librería de Isabel Coixet. Por su extrema sensibilidad sobre la capacidad de ir hasta el final en lo que uno cree. En este momento, en el que todo tiene un precio, que una historia apueste por algo así me parece muy útil.
Denos un diagnóstico del teatro actual.
Yo creo que el teatro está bien (risas). No estamos fatal. Al teatro siempre parece que se lo van a comer las plataformas, internet y tal, pero el teatro sigue ahí, y eso es mérito, creo, de los que lo hacemos, y de la demanda del público.
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
Sí, me afecta. Sobre todo cuando te dicen algo poco agradable (risas). Tanto que a veces, depende del estado en el que me encuentre, no las leo. Me protejo. Pero también creo que son necesarias, nos sirven de espejo.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Claro que me emociona. Te abre horizontes y te invita a percepciones más sensoriales. Eso es importantísimo como contrapunto del mundo que cada día construimos.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado?
Goya y Velázquez en el Prado.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
Picasso, Goya, Matisse….
¿Qué tipo de música escucha habitualmente?
Tengo gustos eclécticos pero, si tengo que escoger un músico, me quedo con Beethoven.
¿Qué película ha visto más veces?
Some Like It Hot (Con faldas y a lo loco).
¿Le gusta España? Denos sus razones.
España la he conocido básicamente a través de las giras de teatro y es absolutamente maravilloso el recorrido que uno puede hacer, la diversidad a todos los niveles: cultural, culinario….Yo soy un enamorado de España.
¿Qué libro le recomendaría al presidente del Gobierno?
El Tao Te Ching.
Denos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Sensibilidad. Creo que solo con mirar a Francia tenemos un ejemplo maravilloso de lo que es el valor de la cultura. La cultura no es negociable. Es un servicio de primer orden.