Trisha Baga. Winter’s Springs. Galería Marta Cervera. Valencia, 28. Madrid. Hasta el 31 de julio. De 2.680 a 17.870 €
Es uno de los nombres de su generación que más suenan en la escena internacional. En la obra de Trisha Baga (Venice, EE.UU., 1985) todo es posible. Se mueve entre lo pop y lo cutre, juega con la historia del arte, e interviene y altera los objetos más variopintos. Hay guiños al imaginario de la televisión y de internet, mucha frescura y una ausencia total de filtro. A su estreno en solitario en la galería Marta Cervera ha traído collages en los que el Matrimonio Arnolfini convive con una pareja de niños y otra de tigres y una video-instalación que es una verdadera descarga. Parte de una performance que hizo en el MoMA PS1 que presenta ahora proyectada junto a materiales de toda índole tirados por el suelo –pelucas, gorras, lámparas y globos–. Tomen asiento y pónganse las gafas 3D para viajar, a ritmo de baladas y música country, entre planetas gravitando y destellos de películas antiguas, a Winter’s Springs, “un hogar orbital donde hay mucha cerámica”.
Rafa Munárriz. Espacio relativo. Sala de Arte Joven. Avenida de América, 13
Madrid. Comisaria: Johanna
Caplliure. Con la colaboración de DKV.
Hasta el 21 de julio
El espacio es relativo. Eso dice Rafa Munárriz (Tudela, 1990) en el título de su primera exposición individual en la Sala de Arte Joven. Habla de cómo percibimos la ciudad y hace guiños a la historia del arte y al uso de los materiales en la Bauhaus. Las formas rectas y curvas de sus esculturas se despliegan de manera impecable por el espacio. Están hechas con materiales industriales –cierres, vigas, mallas– que rescata de su fin original. Mezcla en su trabajo lo exterior y lo interior, lo público y lo privado, algo que ha sabido trasladar al montaje abriendo los grandes ventanales que dan a la calle. Movimiento implícito (2019) es una de sus mejores piezas, una rejilla suspendida del techo que se prolonga visualmente en los respiraderos del metro de la calle. El título es una invitación a recorrerla y observar las pequeñas intervenciones de su autor y las nuevas texturas resultantes en un trabajo que está madurando bien.
Dosjotas. Acero pulido.
Swinton Gallery. Miguel Servet, 21. Madrid. Comisaria: Irene Calvo
Hasta el 13 de julio. 19,90 € / metro lineal
Juega también con la percepción del espacio Dosjotas (Madrid, 1982), del que estamos más acostumbrados a ver sus intervenciones en la calle –carteles, señales intervenidas…– en las que lanza grandes mensajes con pequeños gestos. En Swinton Gallery, un espacio en el que a menudo recalan artistas urbanos, presenta ahora su exposición más ambiciosa hasta el momento: una instalación pensada para esta sala que envuelve con cadenas sus paredes y columnas dirigiendo así el paso del visitante. Son un total de 1.814 metros, en alusión a la fecha en que Fernando VII regresa a España, que se venden por fragmentos, a casi 20 euros el metro lineal de cadena. El comprador se la lleva puesta, sólo tiene que cortar el trozo deseado con una cizalla a su disposición. Ya se han llevado 23. Da para pensar sobre la comercialización del arte urbano y el coleccionismo colaborativo