El mundo de la pareja se ha convertido en la materia prima del director catalán Carlos Marqués-Marcet (Barcelona, 1983). Después de triunfar con 10.000 km. (2014), en la que narraba la relación de una pareja separada por la distancia del título cuya relación se acababa apagando, vimos Tierra firme (2017), en la que veíamos a otra pareja en crisis, en este caso dos mujeres de Londres cuya plácida existencia se violenta cuando deciden tener un hijo y recurren como donante de esperma a un amigo. Los días que vendrán, tercer filme del cineasta, ganador de la Biznaga de Oro a la mejor película española en el último Festival de Málaga, y sin duda el más logrado de sus trabajos, nos cuenta en tiempo real lo que le sucede a una chica (Maria Rodríguez Soto) y su novio (David Verdaguer) cuando ella se queda embarazada. Lo original del asunto es que Verdaguer (protagonista de las tres películas del director) y Soto son pareja en la vida real y en pantalla observamos la progresión real del embarazo de ella así como la forma en que esa circunstancia afecta a su relación romántica.
En Los días que vendrán, la pareja protagonista se interpreta a sí misma pero no son exactamente ellos mismos. En el filme, Verdaguer es un abogado con dilemas morales (entre un trabajo que le gusta pero no es muy lucrativo y otro más rentable pero más mercantilista) y Soto es una periodista a la que despiden de la empresa cuando sus jefes se enteran de que está esperando una criatura. Representación eficaz y creíble de una pareja de clase media de hoy mismo, Marqués-Marcet huye del tono ñoño o condescendiente para contarnos esta historia con sus luces y sus sombras. De esta manera, vemos las esperanzas y las ilusiones pero también el miedo a lo desconocido y las dudas de unos jóvenes víctima de la precariedad del mercado laboral español que por momentos se ven sobrepasados ante una responsabilidad que los obliga a madurar de golpe y enfrentarse al peso de sus decisiones.
What to Expect When You’re Expecting, o Qué esperar cuando estás esperando se llama un libro de Heidi Murkoff que se ha convertido en el libro más leído del mundo por parte de mujeres embarazadas. Un buen título que dio lugar a una película de Hollwyood mala con Cameron Díaz y Jennifer López estrenada en 2012. Podría haber sido el nombre de este filme español en el que nos introducimos en la intimidad más absoluta de unos chicos que se muestran desnudos y vulnerables ante la cámara. Marqués-Marcet acierta al mostrarnos el egoísmo y el miedo como sentimientos que también forman parte del amor más profundo y así, revelando las zonas oscuras, le sale una película luminosa y bella en la que logra el pequeño milagro de captar la emoción desbordante de la paternidad. Rodada como una pieza de cámara, el director vuelve a demostrar su talento para dirigir actores en secuencias íntimas en una película que avanza de manera turbulenta y veraz hacia un final precioso que deja con el corazón en el puño.