Hola, amigos. 

La vuelta de las vacaciones supone casi siempre la mayor alteración que puede sufrir un hombre de occidente en su tiempo natural: el madrugón. Y sobre esto escribiremos la semana que viene, sobre los madrugones

Por un problema de salud, no he podido comentar los relatos durante esta semana, y aunque tardaré unos días en estar plenamente recuperado, espero poder conducir el concurso como de costumbre a partir del lunes. 

Veamos, entre tanto, quiénes son los veinte finalistas en esta semana dedicada al bufé: 

Tristela

Papá era muy escrupuloso. Cada vez que bajaba al desayuno bufé, iba con una calculadora. Tenía que comerse exactamente 13,5 euros.

Silencio

La policía no tardó en saber por qué a su sótano lo llamaban «el bufé».

Guorkin Aftenum

Probablemente no podría descansar en sus tan ansiadas vacaciones, pensó mientras servía los platos a su marido e hijos en el bufé del hotel.

Kamau

En un bufé libre de Pekín el turista pidió que le cambiaran los palillos por un tenedor. Sonriendo, el encargado negó con la cabeza.

Condena 

Murió en el comedor de su bufé favorito. Ahora vaga entre las apetitosas bandejas, tres veces al día, para toda la eternidad.

Bufé

Ella miró mi bandeja. Yo miré la suya. Después, nuestros ojos chocaron y supimos que éramos compatibles. 

Morata

Todo lo que puedas comer, leyó a la entrada. El tipo sonrió. Algo después, el dueño optaba por devolverle el dinero y no cambiar el cartel.

Hipocondriaco

Estaba hambriento. Había mucha comida en las bandejas, pero regresó a su mesa con una manzanilla.

Tuwile

En el bufé de cortesía que se sirvió en la sala contigua a la habitación del muerto, las lágrimas de parientes y amigos mojaban los canapés.

Zapa 

Saber cuándo parar es un arte. Y en aquel repleto comedor no había ningún artista.

La orquesta del Titanic

Mientras el trasatlántico se hundía entre los hielos, el camarero del buffet seguía cortando jamón.

Bufones 

En el buffet que se ofreció tras el congreso de nutrición, los participantes evitaban mirarse a la cara.

Gonçalvo 

La cara que puso el astronauta cuando la máquina de alimentos le dio una variedad de pastillas después de que presionó la opción “bufet”.

Almena

Se llevó al buffet a su amigo imaginario; nunca le hubiera creído capaz de comer tanto.

Luiggi 

Solo comió un huevo frito. Su madre le preguntó si es que no tenía hambre. Él le respondió que no le gustaba matar con la tripa llena.

John Doe 

El dietista siempre iba a hoteles con bufe libre para, disimuladamente, dejar su tarjeta en las tumbonas de la piscina.

Tristela

El forense sólo escribió dos palabras en el informe de autopsia: Bufé libre.

Silencio

Creyó amortizar los diez euros comiendo tres platos de paella y dos pollos fritos. Pero probó también la mayonesa.

Humel

Los extranjeros esperaban horas para probar el estofado, el costillar y el lomo a la brasa. En el pueblo de al lado, ya no quedaban niños.

La Marca Amarilla

Encontró un pelo en la sopa, pero no quiso alterar a los comensales del bufé.La cabeza permaneció en la gran olla.

Saludos cordiales