La vocación: finalistas
Concurso de microrrelatos conducido por Juan Aparicio Belmonte
24 octubre, 2019 16:49Hola, amigos.
Me interesa la ciencia deductiva que estudia las propiedades de los entes abstractos, como números, figuras geométricas o símbolos, y sus relaciones. Me interesan las matemáticas, vaya. Sin ellas no podríamos movernos por el mundo ni siquiera quienes estamos negados para su comprensión cabal. Es la única ciencia capaz de hacer del infinito algo concreto, un ocho tumbado, y quedarse tan ancha con el invento. El resto nos tenemos que conformar con mirar al universo con el alma encogida. Pero escribiremos la semana que viene sobre las matemáticas, sobre su asombrosa capacidad para hacer comprensible lo incomprensible a quienes tienen la suerte y el talento de dominarlas.
Entretanto, veamos quiénes han sido los finalistas de la semana dedicada a la vocación:
La Marca Amarilla
Reconoció no sentir la vocación familiar y confesó a sus padres que no quería ser abogado; ellos por fin reconocieron que no era su hijo.
Frimberg
Quería sentir como cualquier humano, pero le resultaba imposible. Agarró un cuchillo y se rajó ambas muñecas, cortando todos los cables.
Nophud O'sher
En su camerino, a veces el enano recordaba con tristeza cuando era niño y lo único que quería ser de mayor era mayor.
Mivek
Se acercó con prudencia al féretro y al ver a su madre aún más hermosa que en vida, se dijo que de mayor sería tanatopráctico.
Bocar
Cuando al próspero empresario le preguntaron por su ideología, evitó admitir que ya desde muy joven solo le había interesado amasar dinero.
Jengo
Aunque no dudaba de la vocación sincera de su padre por el servicio público, ocultaba a sus compañeros de clase que era concejal.
Lysinge
A los tres años de edad ya resolvía raíces cuadradas. Sus padres, aterrados, decidieron abandonarlo una noche a la puerta de un hospicio.
Lembani
Era una persona recta y honrada, nunca se había dedicado a la política y para que se presentara como candidato lo tuvieron que engañar.
Xolani
Descubrió su vocación artística dibujando con la uña sobre la pared de yeso, sabiendo que solo el rudo carcelero podía admirar sus obras.
Hospital
Al entrar en el hospital supo que había encontrado su vocación; ahora necesitaba encontrar un médico para robarle la bata.
Mateo
Siempre quiso trabajar en un manicomio y lo acabó consiguiendo: el resto de internos le nombraron director.
Decreto
Ante la insistencia del hijo en trabajar como actor, el presidente ordenó derribar todos los teatros del país.
Chiumbo
Con 25 años se compró una bata blanca y un fonendoscopio, alquiló un despacho y hasta los 65 estuvo ejerciendo como si fuera pediatra.
Repio
En la puerta del instituto, les preguntaba a los alumnos qué querían ser de mayores. Uno le respondió con un balazo entre las cejas.
Kiano
Descubrió con horror que la criatura embadurnaba las paredes con el contenido del pañal, sin sospechar que había parido a un futuro genio.
Matu
Cuando a los tres años de edad le hurtó un bollo a otro niño, no podía imaginar que aquel era el comienzo de una fecunda carrera delictiva.
Abiola
Por mucho que ella, abrumada, insistiera en que no había sanado a aquel niño enfermo, ya era del dominio público su vocación de santidad.
Kihara
Cuando el célebre ingeniero tenía solo tres años tomó un lápiz y, mordisqueándolo, quiso averiguar cómo habían metido la mina allí dentro.
Walter
Su esposa le informó de que iba a ser padre. Éste, aún con lágrimas, telefoneó a su jefe: aceptaba el ascenso y traslado a Pekín en soledad.
Bocar
Muchos funcionarios eran parientes del alcalde, quien solía afirmar con gesto grave que en su familia existía vocación de servicio público.
Y uno de regalo:
Jengo
Tras haber abandonado, por demasiado exigentes, los estudios de radiología, con radiografías y un juego de ganzúas logró amasar una fortuna.
Para aparecer con nombre y apellidos como ganadores, escribid a cuenta140@elcultural.es
Gracias
Un saludo cordial