El 3 de diciembre de 1994 salió al mercado japonés la PlayStation original, marcando la entrada en el mercado de las consolas de la Sony Corporation, que hasta el momento había estado controlado por la rivalidad entre Sega y Nintendo. Precisamente el origen de la máquina se remonta a finales de los años 80, cuando Ken Kuratagi empezó a explorar con la compañía de Kioto la posibilidad de incluir una unidad CD-ROM en sus consolas.
Las negociaciones acabaron fracasando, pero en vez de tirar a la basura todo el trabajo desarrollado, Sony se arriesgó y continuó con el proyecto. La irrupción de la consola fue un cambio de paradigma para la industria. Su capacidad para mover polígonos tridimensionales amplió los horizontes de los estudios de desarrollo, dándoles las herramientas necesarias para culminar sus ambiciones creativas. El CD-ROM aumentaba de manera considerable las capacidades de almacenaje, permitiendo mundos más amplios y detallados y con un sonido de alta calidad para la época. PlayStation como marca se fue construyendo sobre la promesa de ofrecer juegos más intrincados, maduros y ambiciosos. Entre sus títulos más celebrados destacan Silent Hill, Gran Turismo y Metal Gear Solid, de Hideo Kojima.
Audiencia planetaria
No era el primer juego del creativo japonés, ni mucho menos, ni la primera entrega de la franquicia, pero fue el que consiguió una audiencia planetaria. Hasta entonces nadie había jugado a nada parecido. La odisea de Solid Snake en la base militar de Shadow Moses, en el corazón de Alaska, tomaba el marco en apariencia sencillo de una película de acción para presentar un complejo entramado de conspiraciones militares y manipulación genética. Pero por todos sus avances en presentación narrativa (con secuencias cinemáticas y largas conversaciones telefónicas con voces grabadas), los jugadores de los años 90 que probaron descubrieron las posibilidades que escondía el medio a través de los brillantes momentos donde Kojima rompía la cuarta pared, como en el combate contra Psycho Mantis, que, para evitar que leyera la mente del jugador, había que cambiar físicamente la conexión del mando del puerto 1 al puerto 2. El salto respecto a lo que había venido antes fue tan grande que el título significó una verdadera revolución, influyendo de manera notable a futuras generaciones de desarrolladores. En el año 2000 Sony lanzó al mercado la sucesora de PlayStation, volviendo a implementar una mejora tecnológica determinante con la inclusión del DVD-ROM.
Un gran catálogo
La facilidad para programar y el rápido flujo de ventas de la consola atrajo a un gran número de estudios alrededor del mundo, proveyendo a la PlayStation 2 desde el principio de un catálogo enorme, muy variado y de altísima calidad. Final Fantasy X (2001) fue uno de los primeros títulos en llegar al sistema, en el mayor momento de efervescencia creativa de la serie, que ya había disfrutado de tres entregas muy celebradas en la primera PlayStation. La peregrinación de Tidus, Yuna y el resto de la compañía a través del mundo de Spira conmovió a jugadores de todo el mundo y marcó un nuevo estándar por la belleza de sus escenarios.
PlayStation 2 dominó la sexta generación de consolas con mano de hierro, elevando sus cifras de ventas hasta unos escandalosos 155 millones de unidades al final de una larga vida que cubrió toda una década, y erigiéndose en la consola más vendida de toda la historia. Esta generación también coincidió con el establecimiento de SIE Worldwide Studios, la red de estudios internos de PlayStation destinado a crear videojuegos exclusivos de la máxima calidad. PlayStation 3 significó el salto a los gráficos de alta definición y la estandarización del formato Blu-Ray, volviendo a multiplicar las posibilidades de almacenaje para albergar mundos más extensos y detallados. A pesar del poderío gráfico, esta generación quedó marcada por la explosión de la escena independiente, proyectos de equipos más reducidos que los tradicionales pero con una visión artística imponente. Este es el caso de Journey (2012), uno de los juegos más celebrados de todos los tiempos, majestuoso en su minimalismo y conmovedor en su introspección. A finales de la generación el estudio californiano Naughty Dog se doctoró con The Last of Us (2013), una aventura en Estados Unidos tras el colapso de la sociedad con ecos evidentes a la obra de Cormac McCarthy, y una contribución musical de primera categoría de la mano del compositor argentino Gustavo Santaolalla.
Realidad VR
El recorrido de PlayStation 4 ha estado marcado por el flujo continuo de contenido sobresaliente. Una ristra de juegos exclusivos como Uncharted 4, Horizon: Zero Dawn, God of War, Spiderman, Bloodborne o The Last Guardian. También ha albergado la entrada de la marca en el espacio de la realidad virtual con PlayStationVR y juegos excelentes como Astro Bot: Rescue Mission (2018) y Déraciné (2018). Porque los avances tecnológicos siempre tienen que estar al servicio de nuevas maneras de llegar al jugador, de ofrecer a los desarrolladores el marco perfecto para que puedan crear sin cortapisas o limitaciones. Mientras se perciben los rumores del futuro de PlayStation en los mentideros de la industria, se impone la certeza de que los próximos 25 años de la marca van a seguir estando regidos por los mismos principios: ofrecer a los jugadores un espacio de diversión que estimule al máximo su capacidad para imaginar.