La crisis de la información es síntoma de nuestro tiempo. Los viejos medios de masas se ven solapados por las redes sociales, donde las noticias falsas, fakes, se hacen virales. Al tiempo, mientras las sociedades democráticas exigen más transparencia, nunca antes hubo mayor desconfianza ante la manipulación de la información por parte de los Estados: el ‘caso Snowden’ y WikiLeaks. Y la inseguridad por nuestra privacidad se dispara ante la preocupación sobre lo que pueden hacen con nuestros datos las grandes corporaciones.
Una ceremonia de la confusión que ya fue detectada hace medio siglo. Simultáneamente al célebre anuncio de McLuhan en 1964 “el medio es el mensaje”, el impacto de la Dialéctica de la Ilustración de Horkheimer y Adorno popularizó la teoría crítica de la “razón instrumental”, cuya amenaza se cierne sobre la autonomía del individuo ante el aparato de manipulación de las masas. Que el campo de batalla se situaba en los medios de comunicación, se hizo patente en el cambio de la opinión pública ante la guerra de Vietnam, “la primera guerra televisada”. Y también “la última”, como se denunció ante la limitada y muy cocinada información sobre la guerra de Irak, que según Baudrillard “nunca existió”, reafirmando su teoría sobre la cultura del simulacro, o de la hiperrealidad creada por los medios de información, que inspiraría el guión de la película Matrix donde ya no es posible salir de la realidad ficticia.
A grandes rasgos, este es el recorrido abarcado por la colectiva News, etc, con obras desde finales de los sesenta hasta hoy, que enfatiza el interés de una decena de artistas por los medios de información con evidente posicionamiento político. Por supuesto, se podrían añadir otros. Pero se trata de una muestra bien comisariada, con un montaje muy cuidado e incluso un catálogo de diseño y donde su comisario, Stephan Pascher, da cuenta de las conversaciones con los artistas y otras referencias para su elaboración. Es, además, coherente con una de las líneas de trabajo de la galería, que tiene en su nómina a artistas muy significativos en este ámbito como Muntadas o Dennis Adams, a quienes se suma aquí Hans Haacke, del que se celebra ahora una gran exposición en el New Museum neoyorquino y cuya contribución es un sueño cumplido para Moisés Pérez de Albéniz.
Una muestra bien comisariada que enfatiza el interés por los medios de información
No es de extrañar, por tanto, que las obras de Haacke tengan un protagonismo estratégico. La fachada de la galería se ha cubierto con el banner Wir (alle) sind das Volk - Somos (todos) el pueblo, una frase coreada primero por los manifestantes de la RDA contra la opresión y después por los nacionalistas que se concentraban contra inmigrantes y refugiados. Y al que el artista en 2003 añadió “(todos)” para devolverle su primer sentido progresista. Desde entonces, adaptada a varios contextos, desemboca ahora en el barrio multicultural de Lavapiés. La otra pieza, News (1969), se remonta a la primera entrada de un teletipo en una galería de Dusseldorf, después sustituido por una impresora que recoge varios canales de noticias y que aquí, desde el sótano, emite su rumor.
También la proyección cenital de Muntadas, Drastic Carpets (1982) se halla estratégicamente en el umbral entre las dos salas, bañando de noticias y anuncios publicitarios (un binomio inseparable) de pies a cabeza a los visitantes. Otra obra histórica es I Read (1966-1995), una recopilación de noticias de On Kawara que póstumamente, desde 2017, se comercializa en seis volúmenes agrupados en una elegante caja.
En relación a la vigilancia por parte de las agencias de información estatales, de Margia Kramer se muestran los informes desclasificados sobre la actriz Jean Seberg, tras su suicidio en 1979, motivado por su persecución a causa de su simpatía con el movimiento Panteras Negras. Historia que aprovecha Dennis Adams para trasladar a la heroína desde Al final de la escapada de Godard a La batalla de Argel de Pontocorvo, evidenciando la repercusión de la falta de credibilidad en la fotografía documental. Por otra parte, hay una interesante incursión sobre las tácticas alternativas de información audiovisual en Cuba. Y, para cerrar, un eficaz póster de Klaus Staeck donde los logos de Google, Amazon, Apple y Facebook dan nombre a Los cuatro jinetes del Apocalipsis de Durero.