Francesc Ruiz. Panal

Centro de Arte Dos de Mayo . Av. Constitución, 23. Móstoles (MADRID). Comisaria: Anna Colin. Hasta el 28 de junio

Vivimos un momento en el que la globalización lo inunda todo. Usamos la misma empresa de comercio electrónico en Madrid, en Nueva York y en Hong Kong, idénticos taxis y plataformas de contenidos audiovisuales, los virus saltan fronteras y hay rincones en Lavapiés que bien podrían estar en cualquier otro punto del globo. Algo de eso, de construcción (y destrucción) de ciudad hay en la instalación que Francesc Ruiz (Barcelona, 1971) ha diseñado para el claustro del CA2M de Móstoles, una espectacular explosión de color y estímulos en la que se acumulan carteles y todo tipo de materiales publicitarios. Ávido lector de cómics, su obra hace guiños a distintas tendencias y tradiciones de las novelas gráficas, atento siempre al lugar desde el que se producen. Tan pronto crea una serie de yaoi, género de los años 70 de origen japonés y temática homoerótica, como hace unas tiras en El Cairo en las que reúne a los personajes más populares para los lectores locales. Ha publicado cómics, tuneado periódicos y transferido el lenguaje de los tebeos a todo tipo de soportes haciendo gala de una personal manera de entender las multiescenas.

La nueva instalación en Madrid, Three Streets, Three Colours, se podría leer como una historieta de 13, Rue del Percebe versión siglo XXI en el que los vecinos del bloque de Ibáñez habrían sido sustituidos por la publicidad de productos varios. En este gran anuncio estructurado en tres niveles, el protagonista del primero sería un hombre trajeado con un estampado de tarjetas sim y el globo terráqueo por cabeza. Es la imagen de Lycamobile, un operador móvil virtual que convive aquí con anuncios de comida, bebidas, detergentes, productos capilares y hasta pipas de agua. El segundo nivel tiene más que ver con servicios: espacios de almacenaje de la cantidad de bienes que se acumulan en una sociedad como la nuestra, empresas de entrega rápida de comida y de mensajería. Y, en el tercer nivel, el ocio, sobre todo el dirigido al consumo de actividades eróticas.

La explosiva instalación 'Three Streets, Three Colours', se podría leer como un '13, Rue del Percebe' versión siglo XXI

Muchos de los trabajos de Francesc Ruiz parten de derivas, de paseos por la ciudad en la que se anclan sus obras. Se fija en los rótulos, en los comercios, en los quioscos y en las costumbres de sus habitantes. Destaca la capacidad del artista de transferir sus historias a todo tipo de soportes. Sus dibujos crecen, salpican la pared, crean cómics en formato libro, vídeos… En las salas del CA2M hay algunos de grandes dimensiones como el mapeo que hace de memoria de Montjuïc (2003), escenario de cruising durante un tiempo al calor de los arbustos. O el de otro barrio más acomodado de la ciudad (Zona alta) y sus áreas residenciales, atascos y clubes de tenis.

Habla del lugar en el que se inserta su trabajo hasta el punto de crear viñetas a tamaño real,  en The Funhouse (2006), y recrear una especie de inauguración-bacanal a modo de espejo del lugar –un centro de exposiciones– que las acoge. También de la transformación de las ciudades y de la imagen que proyectan hacia el turismo, con especial atención a su Barcelona natal.

Ha simulado tiendas y quioscos en lugares diversos. El de Venecia –Edicola Mundo (2015)–  formó parte del Pabellón español en la Bienal de 2015. Recogía el momento en el que Berlusconi es absuelto del delito de prostitución de menores mostrando en esta arquitectura efímera portadas de periódicos intervenidas. Mientras que en Egipto (Cairo Newstand, 2010), creó un puesto típico de venta con todos los periódicos apilados en el suelo, sujetos con piedras. En este caso no se atrevió a alterar los mensajes de las noticias originales –en plenas puertas de la primavera árabe– y tapó las caras de los políticos con las propias piedras escaneadas. Francesc Ruiz analiza con agudeza y picardía su entorno y maneja con soltura el cómic. Atentos porque este género cada vez tiene protagonismo mayor en nuestros museos.

@LuisaEspino4