Y los veinte poemas finalistas son:

Sebastian

Cantemos la dicha del día en su cénit,

del oro eterno

que duele bajo los párpados vencidos

Selene

Cesó la lluvia

entre las raíces de nuestra sombra

y sembré el verano como un fresno a orillas del mundo.

Marta

En la simiente del estío

brota la pluma en el juncal

de las palabras sin destino

Geah

En el roto arroyo se sumergen

los vacíos recuerdos

de la musa frágil.

Frida Roffe

Como todo embrión

cuenta las gotas de maná

para asirse a la Tierra.

Clementina Vidal

Devoré el aullido de sus primeras raíces;

recibí su tinta de vidrio como crujido insomne;

fui el reverso de una fiebre hueca.

Semìramis

Espigadas, __ las copas de champán invaden __ pálidos, los jardines.

Mari Carmen Pavón

Me conmueve el baño en el mar.

Cuando, nadando hacia el horizonte,

acudían imágenes del pasado.

Giulia

El desorden de mis cabellos ama el vuelo porque sí,

porque allá en lo alto el silencio azota

Y agosto es blanco

Vuelvelsurf

Escucho el estrépito de la sangre adolescente

el estruendo de la luz, del aire,

ese incendio que crece en tu cabello

María José Viz Blanco

Con la rapidez de una ráfaga

alcanza tu verano mis cimientos

exiliados de sol.

Medea

Alcanzó la hoguera nocturna de una noche

que desconoció el nombre de los astros

y la mano de dios encanecía en los juncos sangrantes.

Huracanblue

Con clamor de arena muda

Dicen su nombre entre los peces

Los ausentes

Blanche

Tú fulges, cuerpo amado, surtidor de pájaros levísimos,

de ese oro fugitivo que por el aire deja escrito

que la vida empieza hoy

Hesicasmo Pérez

El bostezo de la gaviota lucha contra la molicie,

el sol abrasador arrasa la piel desnuda de la ninfa,

barnizándola como objeto de deseo.

Rosalía Ajamil Sánchez

Echo de menos mi viento y soltura.

Necesito una tormenta de sílabas y truenos.

No me llega el abanico, para un verso fresco.

BrujoAvería

En la grieta deslizante late el Mediterráneo,

rezuma verano la gaviota caníbal,

muerdes, novato, el tórrido anzuelo.

Pilar Alejos

Muda la piel la serpiente del tiempo.

Arden sus pies de líquido azufre

y estalla el estío sobre la arena.

Eliseo

Fue como una colmena demente

Como tea fraguada con guijarros

Como la ceguera roja de fauces hambrientas.

Cordelia

Puedo ver de nuevo tus ojos

que eran como una carcajada azul

rompiendo en todas las playas

Tema de la semana que viene: “Tornado”.