Hola, amigos.
Me produce cierta perplejidad la intención del gobierno de prohibir fumar en espacios privados como el coche. La salud propia es, según mi leal saber y entender, un asunto biográfico de estricta elección personal. Hay quien antepone tomarse un whisky o dos cada noche a vivir tres años más. Hay quien disfruta con la práctica del footing aún a riesgo de poner a mil el corazón. Hay quien prefiere fumar a tener limpios los pulmones (no es mi caso). ¿Pueden los gobiernos prohibir los hábitos poco saludables de sus ciudadanos cuando se realizan en la intimidad? Interesante pregunta, ¿no os parece? La semana que viene, nosotros escribiremos sobre el tabaco, que ha pasado de ser un hábito que daba atractivo a los personajes de Hollywood a señalar a los malos de la película, dentro y fuera del cine. A partir del lunes.
Veamos, entretanto, quiénes son los finalistas de la semana dedicada a las autobiografías.
Pendelton
Eliminó el turno de preguntas en la presentación de su autobiografía al ver a aquella joven de pelo azabache sentada en la última fila.
Sito
Centrado en sus vivencias más interesantes, obvió contar en su autobiografía su abducción y los dos hijos que tuvo con una sirena.
Cicely
Escarmentado por el escaso éxito comercial del último tomo de su autobiografía, trató de llevar una vida más emocionante.
Cicely
A sus familiares y conocidos les extrañaba que con esa vida insulsa que llevaba dedicara tantos años a escribir su autobiografía.
Jorge Alonso Curiel
Perfeccionista, fue revisando el manuscrito de sus memorias mientras le conducían a la silla eléctrica.
Poetry
Sintió un gran vacío al tener que omitir en su autobiografía la existencia de su amante, que era quien le había dado sentido a toda su vida.
ToriBIO
Le deprimió comprobar que su hermano gemelo no le mencionaba en su autobiografía.
Ceferino
Después de quince años escribiendo doce horas al día su autobiografía, puso el punto final al ver en el horizonte el barco de rescate.
Aganju
Murió el anciano novelista sin haber concluido su autobiografía. Se ocupó de ello su esposa sin que el editor apreciara la diferencia.
Miguel Á. Molina
Fue un muchacho precoz. Con un año sabía leer y escribir, con quince había publicado su autobiografía; con veinte redactaron su necrológica.
Elimane
Con letra diminuta el disidente relataba su vida en las paredes de la celda. Minutos después de su ejecución, ya habían pintado encima.
Pilar Alejos
Su vida era tan anodina que al escribir su autobiografía dio rienda suelta a su imaginación.
Carmona
A los 80 años, escribió toda su vida en media cuartilla y se puso a llorar.
Nuria Rodríguez
Estaba tan obsesionada con su autobiografía que cuando alguien le preguntaba algo de su vida, le contestaba con el número de la página.
Máquinas
El asesino en serie escribió en la cárcel su autobiografía omitiendo los crímenes que no habían sido descubiertos.
Jorge Alonso Curiel
El escritor no entendió muy bien que el editor le ofreciera publicar sus memorias: siempre había estado escribiendo en su habitación.
Tori-Tori-2
Tuvo una vida tan apasionante que nunca encontró un momento para sentarse a contarla.
Elizeus
Su depresión inició desde que, por su autobiografía, obtuvo el galardón a la Mejor Obra de Ficción.
Ramón J.
El director de la prisión regaló a cada funcionario un libro de la biografía del nuevo interno, como advertencia.
Cuauhtémoc
Estaba en el piso 35 y el fuego ya subía por el 23. Por hacer tiempo, empezó a escribir su autobiografía.
Y uno, de regalo:
Ceferino
Como padecía de trastorno bipolar tuvo que escribir dos autobiografías.
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Saludos cordiales