Image: César Portela, la arquitectura del mar

Image: César Portela, la arquitectura del mar

Arte

César Portela, la arquitectura del mar

Retrospectiva del arquitecto en Vigo

16 octubre, 2003 02:00

Paseo marítimo de La Herradura

"A lo largo de mi obra he querido dejar de lado cuestiones banales, formas gratuitas, materiales inútiles, gestos innecesarios, no escuchar falsos cantos de sirena, resistir múltiples tentaciones, apartar todo aquello que pudiera ser accesorio, desprenderme de todo lo que no resista la prueba de la necesidad, quedarme sólo con lo esencial, aproximarme al misterio, buscar la trascendencia del lenguaje hacia el silencio. Un silencio logrado como voluntad de disolver la propia voz individual en el vasto territorio anónimo de la arquitectura. Cada vez más desnuda, cada vez más sencilla, cada vez más trascendente, cada vez más personal y a la par menos personalista. Más ligada por secretos lazos a la historia y a la geografía buscando el encuentro con la Cultura y con la vida, más allá del tiempo y del lugar en que se produce…"

Con estas palabras se presenta Portela en la exposición que se celebra en el MARCO de Vigo, un reciente museo de arte contemporáneo que incluye la arquitectura dentro de su calendario de exposiciones, algo para celebrar y que sirva de precedente. La muestra exhibe gran parte del trabajo Portela a lo largo de su carrera, que ha merecido el respeto y prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras gracias a una obra extensa, sólida y coherente.

La planta superior del MARCO al completo recibe el conjunto que ilustra la trayectoria del arquitecto y que se completa con dos salas temáticas que recogen el mundo de Portela a partir de sus objetos personales que acompañan la mesa del arquitecto, así como muestras, pruebas y fragmentos de materiales que el estudio utiliza con frecuencia. Tras una pausada visita de la mano del arquitecto, su explicación y el análisis del contenido de la exposición nos hacen ver una obra serena y lúcida, que no esconde la esencia de su arquitectura tras deformaciones propias de la representación. Las obras se muestran mediante sus maquetas de estudio y las fotografías de la obra construida, algún dibujo original del autor y pocas explicaciones gráficas. Las referencias continuas y constantes al mar, al clima, al paisaje sugieren una obra extremadamente sensible al susurro del lugar, a su historia, y a la cultura local en la que Portela busca definitivamente inscribirse. Su producción abarca desde intervenciones en el paisaje próximas al Land Art, hasta la ingeniería construida en el Puente de Azuma.

La mayor parte de su trabajo se construye en Galicia, y se expone a los fuertes condicionantes de la tradición, tanto constructiva como la derivada de la memoria y la costumbre, con cuyos condicionantes sabe entablar un diálogo sutil y personal. Ha trabajado con Arata Isozaki y Aldo Rossi, en los proyectos del Museo Domus de la Coruña y en el Museo del Mar en Vigo. Y ambos proyectos han enraizado con la cultura gallega, ambos miran al mar y en ambos la mano de Portela consigue que la fuerza y la trascendencia de la cultura local se apoderen de lenguajes importados. El Museo del Mar es una elegía sensible al influjo y mundo marino, expuesto espacialmente con referencias tipológicas a las arquitecturas industriales y transfor- madas poéticamente para aludir al mar como soporte, contenido y fin expresivo.

Actualmente Portela trabaja en los palacios de Congresos de Vigo y Coruña, edificios de gran escala y responsabilidad con la ciudad, al intervenir ambos en su borde con el mar. El paisaje visto desde la arquitectura es en su obra un motivo que desde el Cementerio de Fisterra, o el parque de los Toruños, hasta su obra más íntima y doméstica, nos transmite un talante que se resume en una cita de Louis Kahn: "Arquitectura es aquello que la naturaleza no puede hacer…"