La representación de la forma
Enric Ruiz Geli es finalista para diseñar el Acuario de Nueva York
8 marzo, 2007 01:00Enric Ruiz Geli empuja una corriente que está arrasando entre los arquitectos más jóvenes. Cultivan temas referentes al lenguaje que en los setenta Archigram introdujo en la arquitectura, más contaminado ahora por la tecnología digital y los nuevos sistemas de representacion. Sigue vivo el interés por la biología, por las formas de la naturaleza, la viveza del color, los patrones y un cierto desenfado. Este revival tiene en España muchos adeptos, casi todos ellos en una infranqueable fase experimental, con un desencuentro entre el entusiasmo creativo y su propia capacidad tecnológica para desarrollar los proyectos. Al igual que los seres vivos, utilizan recursos de seducción perceptiva con la práctica de la exuberancia formal y grandes cantidades de estimulos sensoriales ante una necesidad de llamada.
Enric Ruiz Geli se ha formado desde la escenografía en el mundo de las artes visuales y aplica dichas técnicas en el campo de la arquitectura. Colabora con Bob Wilson como escenógrafo en Danton’s Tod, Salzburger Festspiele y Time Rocker, en el teatro Thalia de Hamburgo, y ha diseñado diversos y reconocidos montajes expositivos. Todo este bagaje, junto con una innegable capacidad técnica, le permite abordar la complejidad de la arquitectura que propone sin que el resultado sea el fracaso de una ilusión. Estas carencias disciplinares, tan lamentablemente presentes en algunos divos de la arquitectura del espectáculo y en sus ingenuos discípulos, no hacen más que alzar decepcionantes materializaciones de sugerentes ideas, monumentos de su ignorancia arquitectónica. Porque la arquitectura es un problema de extrema complejidad, abierta a una ingente variedad de contaminaciones estéticas, ya libre de restricciones academicistas, pero más que nunca, ligada a nuestro mundo físico.
Capaz de construir, Ruiz Geli continúa su andadura como arquitecto con la sugerente villa Nurbs (Empuriabrava, Gerona), una audaz construcción formada por un basamento que recrea una abstracción topográfica que se eleva para sostener una tensa estructura que forma capsulas de morfología y ordenación celular. Estos espacios abovedados, construidos con membranas de naturaleza plástica, envuelven los lugares habitables de la casa abiertos al cielo mediante grandes linternas. Estas capsulas tangentes entre sí, rodean un espacio abierto ocupado por una piscina. La villa Nurbs se desliga del suelo para reconstruirlo en una nueva topografía invertida y confía en la tecnología para protegerse. La representación formal es de un enorme atractivo y su puesta en obra todo un reto tecnológico que agrupa sofisticadas técnicas de corte y ensamblaje de materiales de muy distinta naturaleza. Este argumento también se propone en el hotel Habitat, en Hospitalet, donde se arropa una construcción un tanto convencional con un tejido que define su envolvente construido a partir de un trenzado de malla de acero con una pedrería y lentejuelas de leds de colores. Y la mona se viste de seda…
El acuario de Nueva York es quizá su propuesta más contundente en su forma, construcción e identidad. En este caso, un tejido que semeja en su percepción lateral el contorno de un pez, se construye mediante luces y sensores y ofrece una respuesta dinámica a impulsos atmosféricos que permitirán una mutación de la superficie. La forma representa en este caso la función, modelando un espacio público de evocación e ilusión visual.