Las revueltas, este martes, a escasos metros del edificio del Museo. Foto: Reuters
Una declaración que lo dice todo: "Estoy aquí, sin palabras. En el Museo de El Cairo todo es importante, todo, no hay nada allí que carezca de interés". Lo confiesa la egiptóloga Soha Abboud, que lleva todo el día conectada a Al Jazeera pero que ha conocido a través de elcultural.es la noticia de que el recinto de esta institución, una de las más importantes del mundo del arte, está siendo atacado por cócteles molotov que arden en uno de los flancos. "Que el museo estaba en peligro era algo que se veía desde hace unos días. Como los manifestantes han subido a los tejados de todos los edificios, es posible que logren entrar, el acceso fácil porque el techo tiene claraboyas. Se me encoje el corazón porque es un edificio muy vulnerable", amplía."Ya había varias estatuas rotas el viernes pasado, pero como conozco bien las vitrinas sé que han sacado las mismas imágenes una y otra vez. Si va a más es para echarse a llorar, va a ser muy difícil sujetar a la gente". Abbdoud ha hecho estas declaraciones cuando se acaba de dar a conocer la noticia de que el Museo, que alberga la mayor colección de antigüedades egipcias del mundo, ha sido atacado por cócteles molotov lanzados por los participantes en los enfrentamientos en la plaza Tahrir. Sin embargo, fuentes de seguridad del centro han confirmado a EFE que no han llegado al edificio, sino a los jardines que lo rodean.
Entre las maravillas que alberga, un total de 120.000 piezas, destacan la totalidad de los objetos de la tumba de Tutankamon, incluida su máscara funeraria, realizada en oro macizo- y piezas clave como la Paleta de Narmer o las tablillas cuneiformes conocidas como Cartas de Amarna.