Estructura abandonada , 2011. En la pared, Volumen y forma social, 2011
Siempre es de celebrar una exposición que testifica que el proceso de un artista alcanza niveles de plenitud. En el caso de esta muestra la celebración se reduplica pues, a la madurez palpitante que hoy ofrece el proyecto creativo de Diego Santomé, hay que añadir que se trata de la trayectoria de un escultor de vocación tardía, que es asimismo un artista periférico que desarrolla su trabajo en su pueblo natal (Nigrán, Pontevedra, 1966), al tiempo que su proyecto implica una actitud de ruptura con la concepción de escultura como género artístico autónomo, prefiriendo aunar en su obra ideas, imágenes y acciones de escultura, arquitectura, fotografía y cine.El título de la exposición, Nuevas visiones desde el Congo, hace referencia a textos del teórico de la comunicación Nicholas Mirzoeff sobre el trabajo del artista realizado desde la periferia. Con la alusión al Congo, Santomé subraya su propósito de conectar siempre arte primitivo y modernidad. Al mismo tiempo, la idea central que cohesiona la muestra es la de que "la acción en sí misma" es la parte del proceso que carga de contenido a la obra de arte, y que esa acción no sólo consiste en la manipulación de materiales y técnicas, sino que incluye la práctica continua de "desarmar y rearmar" los objetos y las imágenes hasta alcanzar niveles de intensidad. Así se comprueba en la sala de entrada a la exposición, donde tres instalaciones -tituladas Ruinas y abstracciones de cristal (proyección de diapositivas, fotografía e impresión digital), Mesa de trabajo / el cinematógrafo y Mesa de trabajo / la nueva visión (mesas con fotografías, textos sobre la imagen, el original de un guión cinematográfico y pequeños tacos geométricos de cemento)-, junto con una serie de Vidrieras (cristal transparente emplomado), presentan al espectador un relato de imágenes y recordatorios sobre la ruina de grandes construcciones arquitectónicas, cuya destrucción Santomé trata de analizar, reconstruir e iluminar a través de su práctica del arte. La acción que unifica estas obras se basa en la documentación fotográfica del edificio en ruinas de una vieja cementera de Vigo, convertido ahora en una pieza de arqueología industrial, recuperando una parte especialmente frágil de sus materiales originarios, fragmentos de los cristales de sus ventanales, con los cuales Santomé crea una singular serie de vidrieras destinadas, a su vez, a cubrir las ventanas de un centro social.
La escultura de Santomé comparte, así, criterios sobre materia, forma, espacio, deconstrucción y reconstrucción próximos a la poética de la "anarquitectura" de Matta-Clark. Asimismo el conjunto de su trabajo se apoya en bases de orden estricto derivadas del neoconcretismo, y se alinea con el arte conceptual en su estimación de los desechos como materiales con imagen y memoria propias, vinculando directamente el arte con la memoria social.