Miquel Barceló durante el acto de entrega celebrado ayer.

El pintor Miquel Barceló recibió ayer el Premio Penagos de Dibujo de la Fundación Mapfre, un reconocimiento que el artista agradeció especialmente "en estos tiempos tan destemplados". Durante el acto, celebrado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y presidido por la infanta Elena, Barceló señaló: "Voy dándome cuenta que he dibujado toda la vida: que me he pasado la vida dibujando, podría decir que mis otras actividades: pinturas, cerámicas, esculturas, escritos, performances... son derivados, ramas diversas de mi dibujo".



Por su parte, el presidente de la fundación, Alberto Manzano, destacó que el jurado de esta edición decidió otorgar este Premio a Miquel Barceló por su "ingente y meritoria" labor en el campo del dibujo.



En su discurso, el responsable de la decoración de la cúpula de la Sala XX del Palacio de Naciones Unidas en Ginebra, calificó al dibujo como la actividad principal de su vida, de la que se han derivado todas las demás. "Es gracioso pensar que la pintura ha muerto y el dibujo no", explicó-. El pintor, que ahora mismo no está centrado en ningún proyecto, comentó que cuando mejor trabaja, "es cuando no tengo ni idea de lo que voy a hacer".



El jurado de esta edición, que concedió el premio al pintor el pasado mes de diciembre, estuvo presidido por Alberto Manzano Martos, Presidente de Fundación Mapfre y Pablo Jiménez Burillo, Director General del Instituto de Cultura de la Fundación; y compuesto por Francisco Calvo Serraller, Eugenio Carmona Matos, Juan Fernández-Layos Rubio, Julián Grau Santos (Artista), Leandro Navarro Ungría, Estrella De Diego Otero, María Dolores Jiménez Blanco.



El Premio Penagos de Dibujo se crea en 1982 en memoria del famoso dibujante Rafael de Penagos (Madrid, 1889-1954), considerado como el más importante representante del movimiento de renovación que se produce en el campo de la ilustración gráfica española durante los años veinte y treinta. Desde su creación, el Premio Penagos de Dibujo se sigue convocando anualmente y ha sido concedido a algunos de los más importantes artistas de nuestro panorama actual. A partir de 2008 el premio, que entra en una nueva fase, se otorga como reconocimiento a la trayectoria profesional de un artista vivo de significación nacional o internacional, que dentro de su carrera haya dedicado una atención sobresaliente al dibujo.



Miquel Barceló (Felanitx, Mallorca, 1957) está considerado como uno de los artistas vivos más importantes del panorama del arte actual. Inició su formación plástica de manera autodidacta y, aunque pasó por escuelas de Bellas Artes de Palma de Mallorca y Barcelona, abandonó estos estudios para centrarse en su incipiente carrera a principios de los años ochenta.



En 1981 participa en la Bienal de Sao Paulo marcando el inicio de su reconocimiento internacional como artista, que se consolidó en su participación posterior en la Documenta de Kassel y en varias ediciones de la Bienal de Venecia. Ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Artes Plásticas (1986), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2003) y el premio Sorolla de la Hispanic Society of America de Nueva York (2007), y ha sido nombrado Doctor Honoris Causa por la Universitat de les Illes Balears (2001).



Además de su pintura y su obra gráfica, Barceló ha trabajado la escultura, las artes decorativas y las artes escénicas. Entre sus obras más recientes destacan la decoración de la cúpula de la Sala XX del Palacio de Naciones Unidas en Ginebra, la capilla del Santísimo de la catedral de Palma de Mallorca y la performance Paso Doble.