Rafael Doctor se ha tomado esta exposición como un juego. Como comisario, ha sido una experiencia extraña, ya que no ha elegido ni una obra de la muestra. Lo inédito de Cómplices del arte español contemporáneo, que inaugura hoy la Fundación Canal, es que reúne a 23 personas destacadas del mundo de las artes plásticas, sin ser artistas: galeristas, coleccionistas, gestores culturales, profesores y críticos. Cada una de ellas ha elegido una obra española, esencial a su juicio, realizada en los últimos 25 años. "Sé que los he puesto en un brete al obligarles a seleccionar sólo una", se disculpa Doctor.

La exposición no puede ni quiere ser una historia del panorama artístico nacional de los últimos años. Para ello, reconoce el comisario que las obras seleccionadas deberían ser al menos un centenar. Su objetivo es otro: "humanizar el sector de profesiones relacionadas con el arte, dar voz y poner rostro a los que hacen posible que la obra artística tenga lugar y llegue a nuestra sociedad", explica.

Uno de estos "cómplices" del arte reunidos para la muestra es la veterana galerista Juana de Aizpuru. Para ella, el de su gremio es el rol más importante -después del artista, claro- porque son los más implicados en todas las etapas de la vida de una obra, desde antes de su concepción hasta su contacto con la sociedad; y en algunos casos, como el suyo, son también productores porque financian su creación. Además, galerista es sinónimo de consejero: "A menudo los artistas nos plantean sus dudas sobre el concepto de la obra antes de realizarla y nos piden ayuda para elegir las obras que expondrán en una feria; y a nuestros clientes les asesoramos en función de sus gustos y las características de su colección", explica Aizpuru, que ha seleccionado para la muestra Naufragio, de Luis Claramunt, un artista que está siendo recuperado en Cataluña y del que el MACBA prepara una retrospectiva.

Con tantas funciones reunidas en una sola figura, la de galerista es una profesión a la que se accede por vocación: "Tenemos unos gastos desorbitados en comparación con nuestros ingresos. Este oficio te pide todas las horas de tu vida y no hay vacaciones; aunque viajemos mucho, no lo hacemos por placer, sino para estar enterados del contexto actual del arte, cada vez más globalizado. Sólo así puedes situar a cada artista en el lugar que le corresponde", afirma la creadora de ARCO, para quien la asignatura pendiente del arte contemporáneo español es la promoción internacional.

Junto a Aizpuru participan los galeristas Helga de Alvear, Antony Estrany, Angels de la Mota y Soledad Lorenzo; los coleccionistas Marcos y Elena Blanco, Pilar Citoler, Fernando Meana, Emilio Pi, Carlos Rosón, Julio y Fina Sorigué y José Antonio Trujillo; los críticos Pablo Llorca, Laura Revuelta y Elena Vozmediano; los gestores Rosina Gómez Baeza, José Guirao y José María Viñuela; del sector académico, Juan Vicente Aliaga, Estrella de Diego y José Jiménez; y los periodistas Borja Casani, María Pallier y Rafael Sierra. Parte fundamental de la exposición es el reportaje realizado por la directora de cine Chus Gutiérrez en el que cada uno de ellos explica el motivo de su elección y del que publicamos aquí un fragmento.

Entre los artistas elegidos destacan nombres prominentes como el de Pablo Palazuelo, que está presente en la muestra con su obra De Somnis II (1997), Luis Gordillo (Dios Padre, Dios Madre, 1996), Juan Muñoz (Dos figuras, una empujada dentro del muro, 1997) o Pepe Espaliú (por partida doble: Carrying VI, 1992, y El nido, 1993). Entre los artistas jóvenes más sobresalientes figuran Juan Zamora o Cristina Lucas, pero también hay creadores menos conocidos como Josechu Dávila, Ibon Aranberri o el fotógrafo esloveno afincado en España Primoz Bizjak.