Busto de 1839 de E. Livi Ejogni, Mujer velada

La Fundación Botín expone desde el pasado 27 de julio Construyendo un universo propio. Colección ACB, una selección de las obras reunidas por Alberto Corral López-Dóriga, un pionero en España a la hora de comprar escultura contemporánea. La exposición, comisionada por María Corral, es una de las colecciones privadas más emblemáticas de nuestro país y su exhibición ha sido posible gracias a su viuda Bárbara de Rueda.



María Corral conocía muy bien la compilación de su hermano, y había visitado a menudo con él galerías y exposiciones, de modo que elegir las piezas más representativas o especiales de entre las 400 que había acumulado Alberto no fue demasiado complicado. "Alberto no se dejaba influenciar", explica a elcultural.es, "no quería un único movimiento, sino que se guiaba por lo que le llamaba la atención. Por lo que le enamoraba".



Las obras son "un testimonio de los acontecimientos más relevantes de los años 60, 70 y 80 en el arte español". Además de las piezas heredadas de su padre, Santiago Corral, fundamentalmente paisajes del período 1880-1920, encontramos creaciones de los años 60 de Tapiès y Guinovart, de miembros del grupo El Paso, determinante en la configuración de la vanguardia española de posguerra, de Lucio Muñoz, Pablo Palazuelo y José Guerrero.



Los años 70 están marcados por la figuración madrileña, con artistas como Guillermo Pérez Villalta, Carlos Alcolea y Manolo Quejido, además de representaciones de la abstracción. La década de los 80 recoge la obra de Juan Uslé, que se cuestiona los conceptos de realidad y percepción.



Pero, como ya decimos, la escultura ocupa un lugar protagónico en la muestra, no en vano Alberto Corral desarrolló un interés específico por esta disciplina. La comisaria recuerda una anécdota referente a la pasión de su hermano por ella: "La galerista Elvira González me decía que nadie que visitaba su espacio se fijaba en la escultura, excepto Alberto". Rodin, Julio González o Beaudin son algunos de los artistas presentes en Construyendo un universo propio.



Alberto Corral se vio asediado por las dificultades económicas durante una época, que le llevaron a plantearse deshacerse de su casa o de su arte, ante lo cual su hermana María respondió: "Una casa la puedes construir en cualquier otro momento. Una colección como la que tienes no". Por fortuna, pudo conservar las dos.



"A las personas les gusta vivir con el arte, ver cómo se va formando y evolucionando con el paso del tiempo, y en ese sentido los coleccionistas son fundamentales para artistas, museos, y todo el tejido artístico en general", comenta María Corral, muy consciente de que esta exposición es también un reconocimiento a la figura del coleccionista privado, un personaje que se pasa un poco por alto, pero sin el cual la historia del arte sería mucho más pobre.



La colección, que hubiera proyectado un ambiente menos familiar en un museo más grande, se encuentra como en casa en la santanderina Villa Iris, edificio que afortunadamente cuenta con techos altos que facilitan la exhibición de las piezas de mayor volumen. Hasta el 23 de septiembre atesorará las obras reunidas por este enamorado del arte.