Manuel Olveira



El rumor se confirma. Manuel Olveira (La Coruña, 1964) es el nuevo director del MUSAC, después de que el pasado mes de enero ganara el concurso público Eva González-Sancho, del que dimitía hace sólo unos días por injerencias políticas, y que ha conllevado la también dimisión del comité artístico formado por José Guirao, Víctor del Río y Octavio Zaya. El nombramiento llega bajo una designación directa, aunque no es el primer cargo al que accede sin concurso público. De 2001 a 2005 fue director del centro de recursos Hangar, en Barcelona; de 2005 a 2009 lo fue del Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC) y, desde 2011, ocupaba un puesto como dirección en funciones en el centro cultural Ágora en La Coruña.



Durante la semana pasada, en la que ya se rumoreaba la posibilidad de que aceptara la propuesta de la Fundación Siglo y la Consejería de Cultural y Turismo de Castilla y León, Manuel Olveira mantenía en una distancia equidistante: "En la vida hay situaciones óptimas y hay situaciones reales. Y muchas veces, las situaciones reales no son óptimas.



-¿Por qué ha aceptado el puesto en una situación como ésta?

-Me presenté al concurso del MUSAC porque consideré que mi perfil y mi experiencia conectaban bien con el museo. Tras la renuncia de Eva me llamaron por ser el siguiente de la lista dejada por el jurado. Hablé con la Junta, con la Fundación Siglo, con miembros del Comité asesor y del jurado, con la propia Eva y con algunos profesionales. De entre todo lo que escuché de diferentes fuentes intenté ver si realmente había condiciones para desarrollar con profesionalidad e independencia el proyecto que yo había propuesto para el concurso el pasado 19 de febrero. Dado que mi impresión, a pesar de lo sorpresivo e insólito de la situación, fue que efectivamente había condiciones para llevar a cabo el proyecto decidí aceptar una vez que Eva ya no estaba como directora.



-¿Cree que ha sido buena idea aceptar este puesto sin pasar por un concurso público? ¿Qué dice a los que creen que es un nombramiento político?

-Ya te comenté antes que me presenté a un concurso público y que la persona que quedó primero decidió no continuar y yo decidí aceptar porque considero que se dan las circunstancias necesarias para desarrollar un proyecto artístico con independencia, consciente de mis responsabilidades y de mis facultades, de mis deberes y de mis funciones como director.



Reacciones

En el sector del arte, la noticia es recibida como un nombramiento político, como una absoluta falta de ética. Ya es criticado por no cuestionar esa injerencia política del MUSAC (aunque extensible a otros tantos), por su sumarse a los intereses compartidos, por ponerse al pie de los políticos y por su falta de compañerismo.



-¿Qué les responde?

-Sé que algunas personas no están contentas y otras sí lo están. Yo no veo la falta de ética por ningún lugar. Como comprenderás mi interés es hablar de lo que quiero hacer y del futuro del MUSAC que, al final, es lo que importa.", explica Olveira.



Nadie, de hecho, creía que un profesional aceptara asumir un cargo como éste tras las denuncias que lanzó esta semana Eva González-Sancho y a las que se han sumado varias asociaciones como el Instituto de Arte Contemporáneo, la Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España o el Consejo de Críticos. Una indignación que se ha precipitado un debate, en gran parte en redes sociales, de gran parte de profesionales del mundo del arte, inclusive los otros dos directores del MUSAC, Rafael Doctor y Agustín Pérez Rubio, quien han hecho público su rechazo a esta situación.



El hasta ahora comité asesor del MUSAC lo dejó claro ayer en su comunicado: "Debemos recordar, igualmente, que estos problemas han sido planteados en varias ocasiones por los miembros del comité a la Dirección de Políticas Culturales de la Consejería. Consideramos, por ello, que es necesaria una revisión crítica del actual funcionamiento interno de la Fundación Siglo en la que, a todas luces, no se dan los mínimos de autonomía en el trabajo de profesionales cualificados e independientes, en contra de lo que se esperaba del procedimiento de elección establecido por la propia Consejería".



También los trabajadores del museo que días atrás también alzaban la voz: "Durante varios años venimos asistiendo a la paulatina privatización de los servicios, auspiciando la generación de una suerte de "empresas para todo", que compiten por cubrir los puestos de auxiliares de salas, limpieza, mantenimiento, seguridad y servicios auxiliares al mejor postor, precarizando año tras año las condiciones de los trabajadores y haciendo imposible mantener un trabajo continuado y profesional en servicios menos visibles pero igualmente necesarios y valiosos en el museo". Nervios hay, además, porque esta semana se hará pública una multa alta a la Fundación Siglo por no acatar el pago de indemnizaciones en el caso de los trabajos despedidos del departamento de educación del MUSAC.



Eva González-Sancho deja claro, también, su descontento, más si cabe conociendo al nuevo director, a quien le ofreció trabajo cuando dejó el CGAC como parte del Comité asesor de la colección FRAC Bourgogne en Dijon, que entonces ella dirigía. "Me parece una falta total de ética. Un gran desengaño. La única solución hubiese sido para mí convocar de nuevo un concurso, tras hacer previamente pública la voluntad por parte de la Fundación Siglo y la Junta de Castilla y León de dejar trabajar a la persona que llegue respetando el documento de Buenas Prácticas. No tirar de una antigua lista. Porque quien acepte está haciendo, de alguna forma, caso omiso a lo que acaba de ocurrir, que es grave. Es un nombramiento político".