Image: ¿Dónde colgamos este libro?

Image: ¿Dónde colgamos este libro?

Arte

¿Dónde colgamos este libro?

La Fundación Juan March propone una reflexión sobre la ruptura de las barreras entre las artes plásticas y la literatura, a través de su exposición Libros (y otras publicaciones) de artista 1947-2013

24 julio, 2014 02:00

Autoria múltiple: WC4 Box 83

Mucho tiempo antes de que las nuevas tecnologías irrumpieran en el museo para cuestionar su tradicional sistema de exposición, registro y catalogación, hubo un nuevo concepto, nacido al amparo de las vanguardias, que rompió estos esquemas: El libro de artista. Ilustrando las publicaciones, los creadores imprimían su sello propio, adueñándose de ellas y transformándolas de simple soporte material a objeto artístico. Estas publicaciones sobre todo y, en palabras de G. Schraenen: "testimonian un nuevo modo de pensar: el del ambiente rupturista de los años sesenta, con sus ideas de democratización". La Fundación Juan March rinde ahora homenaje a esta idea revolucionaria con su tiempo, con la exposición Libros (y otras publicaciones) de artista, 1947-2013. Haciendo un recorrido por casi un centenar de publicaciones aparecidas entre 1947 y 2013, que testimonian la riqueza y la variedad de resultados de esta interacción entre los artistas y el libro, la muestra mezcla conscientemente ejemplares representativos de las colaboraciones entre artistas plásticos y poetas, como Novela, de Joan Brossa y Antoni Tàpies o Mutilados de paz, de Rafael Alberti y Manuel Millares.

Antonio Saura: Quevedo-Trois visions.

Pueden contemplarse obras de Pablo Picasso, Pierre Bonnard, Rafael Alberti, Antoni Tàpies, Antonio Saura, Salvador Dalí, Julio Cortázar, Octavio Paz, Eduardo Chillida, Manuel Millares, entre otros, procedentes de la colección de la Fundación Juan March que incluye las donaciones de las bibliotecas de Fernando Zóbel y Julio Cortázar. Si bien, la exposición va más allá y presenta testigos de cómo afecta al objeto sagrado de la literatura su transformación en concepto artístico, modificando su forma visual y poniendo a su mismo nivel al libro ilustrado, el foto-libro, las revistas o los catálogos de artista. De esta forma, puede verse la revista de arte de la Galería Maeght de París Derrière le Miroir, una publicación ligada a los artistas españoles Eduardo Chillida y Pablo Palazuelo, cuyo objetivo era asociar a los mejores escritores del momento con los artistas más destacados. Con 253 números, editados entre 1946 y 1982, la publicación ncluía artículos con ilustraciones (a menudo, sobre todo en los primeros números, litografías originales) sobre los artistas de la galería.

Ejemplar de Derriere le miroir n° 173 dedicado a Calder

También se exhiben libros-objeto como los Discos Visuales (México, Era, 1968), Vrindaban (México, Imprenta Madero, 1965), de Octavio Paz, o el célebre Cent mille milliards de poèmes, de Raymond Queneau (París, Gallimard, 1961). Así como ediciones de artista como el Libro de horas de Fernando Zóbel (Manila, 1965) o Ardicia, de Pablo Palazuelo (París, RLD éditeur, 1978), y experimentos de arte postal como la caja con cien postales de artistas WC4 Box'83 (Nueva York, 1983). Cada una de estas publicaciones, expuestas en la Fundación March, confirman así que la idea de Mallarmé de que "todo cuanto hay en el mundo existe para ir a parar a un libro" está más presente que nunca. * * *