The Lock, 1824-1825

La obra, una de las más importantes John Constable y que ha permanecido en las mismas manos durante los últimos 160 años, se subasta en Sotheby's de Londres

Han pasado 160 años desde la última vez que se vio The Lock, la obra maestra de John Constable. El monumental paisaje del pintor muestra el valle de Dedham, en el condado de Suffolk (Inglaterra), lugar en el que pasó una adolescencia descuidada. La obra será pujada en la casa de subastas Sotheby's de Londres el 9 de diciembre. Algunos recordarán la pintura por una polémica del año 2012 cuando la baronesa Thyssen anunciaba que vendía, y vendió, La esclusa. Necesitaba liquidez y la firma Christies de Londres cerró la puja en 28 millones de euros. Pero no se trata de la misma obra; la que tenía la baronesa era la primera versión que Constable hizo. Esta, en cambio, se trata de la segunda.



Es raro encontrar obras de Constable de esta calidad en manos privadas. De hecho, de la serie llamada Six-Footer, cuatro se encuentran en entidades públicas y de todas sus obras tan solo tres están en manos privadas. "Nunca estuve tan empeñado en una imagen... mis amigos dicen que es mi mejor obra", dijo acerca de la pintura. La creó en torno a 1824-1825 cuando el artista estaba en la cúspide de sus habilidades pictóricas reteniéndola en su estudio hasta su muerte. El lienzo ha pertenecido a la misma familia durante los últimos 160 años y ahora que sale a la venta por primera vez se estima un golpe de martillo entre los 8 y los 12 millones de libras.



"Debería pintar mis lugares mucho mejor. Pintar es otro término para la palabra sentir. Asocio mi descuidada adolescencia con todo lo que se encuentra a las orillas del Stour. Eso me hizo pintor", dijo. Y con ese empeño La esclusa (The Lock) tiene una larga elaboración por parte de un artista al que le gustaba pintar al aire libre. Eran muchos los bocetos y estudios que creaba para sus obras antes de lanzarse al lienzo definitivo. El paisajista se fue convirtiendo en realista recreando los cambios climáticos y atmosféricos, las tonalidades y la luz natural. Constable nunca antes había reproducido su obra. En cambio, hizo pequeños pero importantes cambios, intensificando la atmósfera. Toques como la inclusión de dramáticas nubes cambiando aquellas que en la versión anterior viajaban hacia la romántica sensibilidad de los últimos años de su vida. Esas son, de hecho, las diferencias entre la obra que pertenecía a la familia Thyssen respecto a la que Sotheby's subasta ahora.



En el 2012 Carmen Thyssen admitía problemas de liquidez y de esa situación decidió vender algunas de sus obras más queridas. Algo que creó gran controversia en aquel momento. La baronesa cuenta con un contrato de cesión gratuita mediante el que se le permite vender obras de su colección siempre y cuando supere el 10%. Así pues, La esclusa de Constable fue vendida por 28 millones de euros tras haber pertenecido a la familia desde 1990 cuando el barón y la baronesa lo compraron por 10.8 millones de libras. En aquel momento supuso en la pintura británica más cara vendida y ese récord se mantuvo durante los siguientes 16 años.



El artista tuvo un gran apego hacia esta pintura posiblemente debido a que para él representaba un momento de ruptura pero también su profundo afecto hacia el paisaje que representa (el área de East Bergholt donde que se inspiró e hizo de él un pintor). El británico, junto a Turner, ha sido considerado uno de los artistas más originales de los primeros años del siglo XX en su país. Ambos revolucionaron el paisajismo creando las bases que llegarían a su cúspide con el movimiento impresionista. Pero al contrario que su contemporáneo Turner, el pintor no consiguió un reconocimiento comercial durante su vida.



El reclamo crítico y la aceptación llegarían más tarde también para él. Tenía 54 años cuando fue seleccionado para la Royal Academy en 1829 lo que significa que en 1824 cuando expuso por primera vez The Lock en la Royal Academy con un buen aclamo, vendiéndola a un coleccionista, no era de extrañar que Constable pintara otra versión de la obra que demostrara su valía. Esta pintura le consagró y parece que con ella encontró su manera de expresarse tanto para sí mismo, de manera muy personal, al tiempo que resonaba en un público hasta entonces casi sin interés.



La gran satisfacción que el artista sentía hacia esta pintura le llevó a exhibirla en una exposición en Bruselas en 1833 y en Worcester en 1934. David Lucas la definió así: "La mano maestra con la que representa la naturaleza, la forma, el color y el efecto aéreo, reproduce una de sus pinturas más importantes".



@scamarzana