Él, de Maurizio Cattelan, vendido en Christie's por 15 millones de euros

Aunque las subastas neoyorquinas de contemporáneo y moderno han vuelto a anunciar récords para algunos artistas, el mercado del arte muestra su desaceleración en China y un descenso de las ventas en Europa y EE.UU.

En paralelo a la feria Frieze en Nueva York han tenido lugar las esperadas subastas de primavera de Sotheby's y Christie's, cuyos resultados son ahora analizados con minuciosidad por los oráculos del arte para calibrar la fortaleza del sector. Aun siendo elocuentes, estas cifras no son el único indicativo que hay que valorar para prever los rumbos del mercado pues la influencia de factores macroeconómicos aconseja prudencia al hacer cábalas.



Christie's daba el pistoletazo de salida con su venta de arte contemporáneo y de posguerra, titulada Destinada a fracasar, que desmintió su nombre: generó 68 millones de euros y los 39 lotes que se ofrecían encontraron comprador, todos excepto uno. Dos nombres acapararon los titulares: Maurizio Cattelan, que batió su record de artista con Él, la controvertida figura de cera que representa a Hitler con cuerpo de niño y las manos cruzadas, en actitud de rezo; se adjudicó por unos 15 millones de euros, batiendo su anterior record de 6,9 millones de euros conseguido en 2010 por una instalación en la que una escultura del artista asomaba de un agujero del suelo. El segundo lote más cotizado fue One Ball Total Equilibrium Tank (Spalding Dr. J Silver Series), firmado por Jeff Koons; esta instalación formada por una pelota de baloncesto flotando en un tanque de agua sumó pujas hasta los 11,7 millones de euros.



La venta de arte moderno se saldó con 123,8 millones de euros; los 'top lots' fueron un icónico Estanque de nenúfares de Monet, una de sus series más populares e influyentes, que se remató en 23,6 millones de euros; y Dos desnudos en el bosque (La tierra misma), de Frida Kahlo, que logró 7 millones de euros, el precio más alto pagado nunca en subasta por una obra de la artista mexicana y, por extensión, de un autor latinoamericano.



Sotheby's también saboreó las mieles del éxito en su sesión dedicada al arte contemporáneo y de posguerra celebrada el pasado de mayo. Se generaron 214 millones de euros y de los 44 lotes que se ofrecían, 42 cambiaron de manos. Un lienzo de Cy Twombly de 1968 (Sin título, Nueva York) consiguió la puja estrella: 32,3 millones de euros que pagó un comprador anónimo tras una subasta electrizante que apenas duró 60 segundos. Dos estudios para autorretrato de Francis Bacon (1970), que llevaba fuera del mercado desde 1970, rebasó los 30 millones de euros.



También aquí hizo de las suyas el magnate japonés Yusaku Maezawa quién sacó la chequera para adquirir un cuadro de Christopher Wool por 12,2 millones de euros, llevándose también a casa por 2,2 millones un pequeño autorretrato de Adrian Ghenie que pulverizó su estimación inicial.



Dos desnudos en el bosque, de Frida Kahlo, logró 7 millones de euros en Christie's

Esta subasta fue la excepción a la tendencia actual del mercado a moverse cada vez más lento en la gama alta. Unos días antes, Sotheby's había hecho públicos los resultados de los primeros meses del año en los que reflejaba que el volumen de negocio había decrecido al menos un tercio durante el año. Conviene subrayar que los precios que consiguen récord representan únicamente el 0,01 del mercado.



Las sombras estuvieron en la venta de arte impresionista y moderno; los 'sotherboy's' asistieron flemáticos a la retirada por falta de ofertas de un tercio de los lotes. A pesar de ser la peor venta de arte impresionista de los últimos cinco años, en los 80 minutos que duró, se facturaron 127 millones de euros. El gran protagonista fue el espléndido mármol de Rodin La eterna primavera que voló hasta los 17,9 millones de euros, fijando el récord para el artista. Otros lotes sobre los que se habían depositado grandes esperanzas, como un lienzo de André Derain tasado en 16 millones de euros, no consiguieron ninguna oferta.



Las subastas neoyorkinas han sido el momento escogido por la consultora Deloitte para hacer público su informe sobre arte y finanzas. La conclusión más relevante es que el mercado del arte se ha desacelerado en China y el nivel de ventas ha descendido en Europa y EE.UU. aunque los mercados regionales siguen mostrando vigor. La demanda de calidad y procedencia no flaquea: el mejor arte siempre encuentra comprador y consigue buenos precios. Aunque el arte contemporáneo sigue siendo la categoría más grande en términos de valor, fue el moderno e impresionista el que registró el mayor aumento en su cuota de mercado (en 2014 estuvo por encima del 27% y en 2015, del 33%), según precisa el informe.



¿Qué derroteros tomará el arte en los próximos meses? Los elementos que abonan el terreno para el desasosiego son las dudas en cuanto al crecimiento económico de China y la posibilidad de un efecto contagio, el aumento de la volatilidad de las bolsas mundiales, el miedo a una nueva crisis financiera en Europa y la continua amenaza de ataques terroristas, así como la escalada del conflicto en Oriente Medio. Pero estos datos no son necesariamente malas noticias para el mercado del arte. Según Deloitte, en el período 2009-2012, cuando los mercados financieros y la crisis de la deuda soberana estaban en su peor momento, el mercado del arte mundial experimentó una afluencia de liquidez y riqueza.



Teniendo en cuenta los bajos rendimientos y las limitadas opciones de inversión, el arte y los objetos de colección se convirtieron en uno de los activos alternativos más apreciados, una motivación que persiste entre los coleccionistas y profesionales del arte. Hay que resaltar que el número de individuos ultra-ricos (UHNW, en sus siglas en inglés) continuará creciendo en la próxima década: está previsto que su cifra aumente un 41% hasta alcanzar los 263.500 en 2025; los compradores de economías emergentes seguirán liderando esta senda.

El First Folio de Shakespeare

Se conmemoran los 400 años de la muerte de William Shakespeare (1564-1616) y Christie's pone su granito de arena y saca a la venta, el 25 de mayo en Londres, los primeros cuatro First Folio del autor en los que se recopila su producción dramática. La subasta está liderada por una copia no documentada del Primer Folio, considerada la publicación literaria más significativa en lengua inglesa. Esta compilación contiene 36 obras de teatro, 18 de las cuales no habían sido impresas con anterioridad, por lo que podrían haber desaparecido para siempre tragedias como Macbeth, La tempestad, Coriolano, Como gustéis o La fierecilla domada, entre otras.



Publicada en 1623, la copia que se licita es uno de los ejemplos más codiciados que aún permanecen en manos privadas. Fue adquirida en 1800 por el reconocido coleccionista de libros Sir George Augustus Evelyn Shuckburgh y lleva dos siglos alejada de miradas indiscretas. Incluso en el momento de su publicación, en 1623, el Primer Folio era considerada una adquisición privilegiada y habría ocupado un lugar de honor en cualquier estantería. Hoy, igual que hace cuatro siglos, atesorar los cuatro Folios equivale a poseer el Santo Grial del coleccionismo de libros antiguos. Su precio de salida se ha fijado entre 1 y 1,4 millones de euros.