Iñaki Martínez Antelo
Llevaba años reclamándolo: "Antes de recortar, habría que dialogar". Y, al final, la falta de diálogo provocó la necesidad de recorte.Iñaki Martínez Antelo (Santiago de Compostela, 1969) ha comunicado al Patronato del MARCO su voluntad de no renovar el contrato que acaba en noviembre del próximo año. Llegó al museo en 2005 e hizo de él uno de los centros artísticos referentes en nuestro país. Hoy, sin negar su desilusión, dice que se ha cumplido una etapa y es necesaria una renovación. "Hemos trabajando en una situación muy complicada, con unos presupuestos al límite de lo razonable para un centro de sus dimensiones y características".Se va, asegura, sabiendo que ha llevado a cabo una programación de la que se siente satisfecho, "en condiciones difíciles y gracias a la colaboración de un equipo de profesionales", escribe. Aunque su marcha no es inmediata. Seguramente no será antes de noviembre de 2017, cuando se le acaba el contrato. En cualquier caso, Martínez Antelo seguirá al frente del museo hasta que el sucesor "pueda retomar su funcionamiento y programación". Por su parte, cree en una convocatoria de un concurso público con un comité de expertos como vía de selección del nuevo responsable. "Existe un Manual de Buenas Prácticas en los museos españoles, consensuado con todas las administraciones y apoyado por todas las asociaciones del sector".
Ocupó el lugar de Carlota Álvarez Basso hace ya once años cuando el trabajo necesario pasaba por construir una institución cultural reconocida. Ahora, cumplidos esos objetivos, el reto pasa en que el espacio continúe siendo un lugar profesionalizado en el ámbito del arte contemporáneo. Además, el propio enclave ha supuesto la recuperación de un edificio que es un referente histórico volcado en el presente. "¿Qué mejor metáfora de libertad que un lugar de represión transformado en centro de arte contemporáneo? El MARCO es un espacio simbólico cuyo valor patrimonial reside en ser parte de la memoria personal y colectiva", destaca. En su pasado ha sido una cárcel, juzgados y ha servido de inspiración para varios artistas.
"Entre los objetivos de un centro como el MARCO no pueden estar la especulación o espectacularización de la cultura, sino el generar conocimiento, patrimonio, formación, criterio y debate", señala.
A continuación reproducimos la carta enviada por Iñaki Martínez Antelo.
Vigo, 14 de diciembre de 2016
Quienes trabajamos en el ámbito de la cultura sabemos que es un reto llevar adelante proyectos en medio de una frágil situación que la crisis de los últimos años no ha hecho sino agravar. Desde el MARCO llevamos demasiado tiempo trabajando en una situación muy complicada, con unos presupuestos al límite de lo razonable para un centro de sus dimensiones y características. Llevo años intentando manejar el rumbo y defendiendo sus funciones como centro de arte contemporáneo, tratando de mantener la calidad de la programación y la independencia en la gestión. A día de hoy, pienso que, tras once años al frente de lo que ha sido un proyecto ilusionante, se ha cumplido una etapa y es necesaria una renovación. Por ello, he decidido no continuar una vez finalice mi contrato de Dirección en noviembre de 2017, tal como he comunicado oficialmente ayer, con ocasión de la reunión del Patronato de la Fundación MARCO.
Me iré del MARCO con la conciencia tranquila por haber llevado a cabo una programación de la que me siento muy satisfecho, en condiciones difíciles, y gracias a la colaboración de un equipo de verdaderos profesionales que en estos años me han demostrado, además de su lealtad, su capacidad de adaptación a todo tipo de situaciones. Quiero agradecerles su dedicación y entrega.
Me iré del MARCO profundamente agradecido por la labor de cientos de artistas que han participado en nuestras exposiciones y en otros proyectos, por el trabajo de comisarios, conferenciantes, docentes de cursos, organizadores de conciertos y festivales, personal de empresas auxiliares, o estudiantes en prácticas, entre los muchos colaboradores que nos han acompañado. También quiero agradecer el apoyo de patrocinadores privados, y de todas las instituciones públicas y privadas que han confiado en nosotros, así como de los museos con los que hemos coproducido exposiciones o establecido acuerdos de colaboración. Y tengo que dedicar un reconocimiento muy especial a la Agrupación de Amigos y a la que ha sido su Presidenta desde su inicio, Daniela Sarraino, que además de habernos apoyado con sus aportaciones anuales, han estado siempre ahí, no sólo en las inauguraciones y viajes, sino también cuando los hemos convocado para colaborar en múltiples actividades.
Me iré del MARCO con la convicción de que ha merecido la pena recuperar y mantener un edificio que es un referente histórico volcado en el presente. ¿Qué mejor metáfora de libertad que un lugar de represión transformado en centro de arte contemporáneo? El MARCO es un espacio simbólico cuyo valor patrimonial reside, además de en su peculiar tipología arquitectónica, en ser parte de la memoria personal y colectiva. A lo largo de este tiempo, su pasado como cárcel y juzgados ha sido fuente de inspiración para un buen número de artistas y proyectos, y para incontables convocatorias ciudadanas.
Iñaki Martínez Antelo
Director
MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo